BRILLO POR FUERA

Los vestigios de dolor que deja sobre el camino Camilín, el hijo de Camilo Sesto

La angustia no cesa, pero deja consecuencias graves en la vida del joven.
lunes, 20 de septiembre de 2021 · 14:17

Camilo Sesto falleció el 8 de septiembre de 2019, es decir que hace apenas 12 días se cumplían dos años de su deceso. Claro que esa fecha marcó para siempre la vida de Camilín, su hijo, quien no solo perdía a su artista más admirado sino también a su padre.

Desde ese momento hemos seguido el proceso de duelo de Camilín Blanes. Aunque considerando que sus vestigios son muy ruidosos, en sentido metafórico y literal de la palabra, podemos decir que todavía queda un largo proceso de sanación. Sus acciones gritan y dejan entrever una situación algo preocupante.

El medio “El Español”, para la revista Jaleos, consultó con una fuente que conoce muy bien los pasos del hijo de Camilo Sesto o al menos, es víctima de sus ruidosos síntomas. Las palabras, para nada apacibles, dicen “La situación es delicada, desesperante. Ya nadie sabe qué hacer, antes lo tenían más controlado su madre y su chica. Ahora ni eso” asegura este informante.

Sucede que Camilín Blanes ha retomado los viejos hábitos de salir de noche, volver a altas horas de la madrugada y en un estado que derrocha las huellas de los excesos. Han vuelto los ruidos molestos, las denuncias de los vecinos y la preocupación de quienes saben que está pasando un duelo significativo.

Fidel y Charo, un matrimonio que cuidaba la casa de Camilo Sesto cuando este estaba en sus conciertos, aseguran al medio citado que “Llevamos mucho tiempo sin ver a nadie cuidar de la casa. De hecho, en algunas zonas está un poco descuidada". Y sobre Camilín, opinan lo siguiente: "Él vive completamente solo y su madre sufre mucho en el día a día. Pueden pasar días sin tener noticias de su hijo y cuando se persona allí no siempre abre”.

Depresión, agobio, desesperanza, desmotivación. Son algunas de las palabras que giran en torno a la nueva realidad de Camilín Blanes, el único hijo del cantante de “Vivir así el morir de amor”. Los vecinos aseguran que la música que se escucha a todo volumen y que perturba la tranquilidad del barrio es la de su padre. Claramente,  hablamos de un dolor del que poco podemos describir en estas líneas.