Las relaciones con Antonio Banderas y Carmen Maura que equilibran la vida de Pedro Almodóvar

El 25 de septiembre está cargado de efemérides de diversa talla a nivel mundial, pero en España es un día que marca un antes y un después en nuestro cine ya que es el día del natalicio del gran Pedro Almodóvar. El jovencito de Calzada de Calatrava que soñaba con ser director cinematográfico hoy es uno de los grandes maestros que cambiaron la forma de percepción del cine y retrata como nadie la cotidianeidad de la sociedad.

Desde que lanzó su primera película en 1980, "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón", Pedro no se detuvo y su fama subió como la espuma.  "Laberinto de pasiones", "¿Que he hecho yo para merecer esto?", "Matador", "La ley del deseo", "Mujeres al borde de un ataque de nervios", "Átame", "Tacones lejanos", "Kika", "Los abrazos rotos", "Volver", son varios de sus éxitos. "Todo sobre mi madre" y "Dolor y gloria" lo acercaron a las grandes ligas en Hollywood y su próximo estreno, "Madres Paralelas", carga de expectativas a millones en el mundo.

A lo largo de su vasta trayectoria, el cineasta logró que actores y actrices deseen con fervor ser denominados "chicos/chicas Almodóvar", algo que eleva su categoría en el mundo del espectáculo; pero hay dos que se destacan por haber sido cielo e infierno de Pedro: Carmen Maura y Antonio Banderas.

Antonio Banderas es quizás, la mejor creación del "boss". "Le respeto, le admiro, le quiero, es mi mentor, me ha dado tanto en la vida que no tengo más remedio que dedicarle este premio" ha llegado a decir el actor que dio vida a "El gato con botas" en la saga de Shrek.

Se conocieron a finales de los setenta, cuando Almodóvar fue a ver su obra teatral y le destacó que por la belleza que lo destacaba debía hacer cine. Luego, lo invita a participar de "Laberinto de pasiones" para catapultar su fama. Siete películas compartidas y una amistad como pocas afianzaron sus caminos.

El caso de Carmen Maura es similar en inicios pero tiene un triste final. La actriz y el de Ciudad Real se conocieron en 1977 entre bambalinas y vivieron una amistad demasiado intensa. “Carmen se sentía realmente fascinada por mi y pasábamos mucho tiempo en su camerino. Mientras se peinaba y se maquillaba le contaba las historias que escribía”, comentaba el mismísimo Pedro en su libro autobiográfico.

 "Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón", "¿Qué he hecho yo para merecer esto?", "La ley del deseo" y  "Mujeres al borde de un ataque de nervios" marcaron el destino de esta intérprete inconmensurable y del cineasta, pero así como todo era gloria y premios, los resquemores comenzaron a aparecer y la amistad se marchitó.

Yo preferiría que me dijeras a mí un uno por ciento de lo que me dices en público.

Una serie de desencuentros entre los dos los tuvo haciendo declaraciones cruzadas donde los rumores hasta llegaron a deslizar la idea de que la amistad de Pedro y Carmen tuvo un momento de ser algo más y esto fue la gota que colmó el vaso. “Carmen confundió la pasión que sentía hacía mi como intérprete con una pasión amorosa, y empezó a comportarse más como esposa que como actriz”, sentenció el director de cine en reportaje a Vanity Fair.

El destino los volvió a cruzar varias veces y el arte los vio resurgir juntos a la par, pero la frase “No creo que vuelva a trabajar con Almodóvar porque sus rodajes son tensos y no me apetece. Álex de la Iglesia es más joven y simpático, no hay color” de Carmen despertó una vieja polvareda y por ello, Agustin Almodóvar, hermano y socio del distinguido, se animó a dedicarle en Twitter un "Tranquila, ya no pensamos llamarte".