EL VIEJO DISFRAZ

Las confesiones de Isabel Pantoja antes de que la tormenta de Kiko Rivera estallara

Al día de hoy son personas completamente diferentes.
domingo, 5 de septiembre de 2021 · 08:54

Ayer se estrenó una gema preciosa de la televisión española. “Volverte a ver” tuvo una emisión especial junto a la gran Isabel Pantoja, justo antes de que el conflicto con su hijo estallara por completo.

Vemos a una Isabel Pantoja completamente diferente, incluso con unos cuantos kilos de más y con más sonrojo en las mejillas. Al día de hoy la tonadillera se ve un poco más delgada y deprimida debido al estallido de sus problemas personales en la esfera pública.

En el tiempo que se filmó “Volverte a ver” Isabel Pantoja  ni sospechaba lo que pronto iba a pasar. Pero eso nos da un bello registro donde se permite hablar sobre su gran amor, Paquirri. El programa repasa los momentos más importantes en la vida de un artista y por supuesto que con la cantante de Copla no se hizo la excepción. Dijo:

“Yo no tenía pandilla no iba a discotecas. Mi padre murió muy pronto y me quedé cabeza de familia, con mis hermanos pequeños y mi entretenimiento era ensayar todos los días” recuerda la cantante, añadiendo que “Su muerte fue muy inesperada y no lo superé, y a los diez años volvió a pasarme lo mismo” en referencia, claramente, a la tarde en Pozoblanco de 1984, cuando un cuerno de toro hería mortalmente al amor de su vida. Desde ese momento Maribel pasaría a llamarse “La viuda de España”.

Cuando Carlos Sobera le preguntó hacia donde volvería si pudiera devolver el tiempo, Isabel Pantoja reveló “Volvería a mi niñez porque fue muy bonita, no cambiaría nada, cambiaría cosas de después...”

¿Sueños por cumplir? Pues lo que me gustaría es poder seguir cumpliendo sueños, porque eso significaría que sigo activa y que sigo viva.

Sentenció Isabel Pantoja ante una audiencia anonadada de sus expresiones. En sus palabras estaba el amargo recuerdo del pasado tortuoso de la partida temprana de su gran amor. Sin dudas remarcó el día de su casamiento como “el más feliz” de su vida, “junto al nacimiento de mis hijos”, agregó. Lo que no sabía en ese entonces la tonadillera era que su queridísimo pequeño del alma pronto le haría cambiar de concepto.