Los impensados objetos que se llevaron los actores de "La Casa de Papel" antes de abandonar la serie

Ya no hay marcha atrás "La Casa de Papel" llega a su fin. La primera parte de esta quinta y última temporada ya está disponible en Netflix y a la espera del 3 de diciembre que es cuando esté disponible la segunda parte.

Una serie que deja innumerables recuerdos para todo el equipo que formó parte de este gran proyecto que sin duda alguna fue un antes y después para muchos. Siendo tan importante en su trayectoria profesional no podían retirarse con las manos vacías.

Cada personaje de "La Casa de Papel" tuvo un lugar fundamental y  a eso sus actores lo saben muy bien por lo que al concluir las grabaciones de la ficción se llevaron algunos recuerdos de ellos. En una entrevista a SensaCine dieron a conocer los particulares objetos que preservaron de esta etapa de su vida.

Úrsula Corberó, quien dio vida a Tokio, es la que más objetos tomó, dada la libertad que le dieron en la producción no se limitó en irse apoderando de varias cosas. Siendo el mono rojo de la última escena el más icónico de todos los que tiene y que anhela ponerlo muy pronto en un lugar muy especial de su hogar.

Por otra parte, José Manuel Poga que interpretaba a Gandía en "La Casa de Papel" a diferencia de Úrsula no se lleva un recuerdo que pueda guardar porque su memoria va marcada en la piel. Es una cicatriz que se hizo durante un escena. Así lo dio a conocer.

Esto se va a quedar para siempre porque fue en un momento de la serie que ocurrió con un cuchillo. Me dieron tres puntos en el set y esto es lo que me llevo.

Mientras tanto Patrick Criado fue más allá con los icónicos recuerdos de la serie. El actor que representaba a Rafael, el hijo de Berlín se llevo nada menos que el reloj de oro que usaba su personaje. Dada la costumbre de usarlo, al final se le olvidó quitárselo y lo notó cuando ya estaba en su casa. Eso sí aclara que de necesitarle él lo tiene.

Otro actor que se sumo a la lista de los que tienen un recuerdo de "La Casa de Papel" es Pedro Alonso. Daba vida a Berlín en la ficción por lo que una de las personas del equipo técnico le obsequió una claqueta con el nombre de su personaje. Además de la emblemática máscara de Dalí que no podía olvidar. 

Luka Peroš fue de los más modestos y solo se conformó con la caja de regalo que Netflix le obsequió, con un mono rojo. Cada uno asumió este final de la mejor forma. ¿Qué habrán tomado los demás? De seguro muy pronto se dará a conocer.