TODO EMPIEZA CON UN SÍNTOMA

El error que cometió Ortega Cano que podría costarle más caro

A toda la presión mediática que recibe, ahora se le suma un nuevo problema de qué preocuparse.
martes, 7 de septiembre de 2021 · 11:52

José Ortega Cano ha vuelto a Madrid de uno de los que podríamos afirmar ha sido el peor verano de su vida. Aunque, si rebobinamos un poco hacia atrás en las estaciones, tampoco ha tenido una primavera muy amigable que digamos.

Desde que Rocío Carrasco decidió “contar la verdad para seguir viva”, los ojos de la prensa se desviaron como un halcón y apuntaron directamente hacia el maestro. El ultimo esposo de Rocío Jurado podría tener muchas cosas que ocultar, según lo sugerido por la heredera universal de “la más grande”.

Aunque el ultimo tropezón en su carrera aconteció hace poco. Su esposa Ana María Aldón insinuó en los platós de Telecinco que su esposo todavía seguía enamorado de Rocío Jurado. En un acto que, por lo que se percibe, de puro impulso, Ortega Cano llamó por teléfono a “Viva el verano” para emitir su respectivo descargo. Él le da a la diseñadora de modas la vida que merece, según sus propias palabras.

Rápidamente se insinuó, sobre pistas muy concretas y factibles, que había una crisis matrimonial entre el diestro y Ana María Aldón. Lo cierto es que la diseñadora desmintió esta información, pero, cuando el rio suena siempre agua trae.

Ahora, Ortega Cano volvió a Madrid y fue interceptado por las cámaras de Europa Press para la revista Chance y, en un acto de nerviosismo por los insistentes interrogatorios, se confundió de auto. Resulta que a las afueras del aeropuerto lo esperaba un amigo que al parecer, olvidó mencionarle el coche con el que iba a asistir.

¿Sorpresa? Si, absolutamente ¿miedo?, talvez. Quien dice, puede ser un síntoma del estrés o algo que no esté del todo bien. Es común que en el contexto de una situación de suma exposición se cometa algún error, pero este detalle se suma a los constantes problemas que ya tiene en su haber Ortega Cano. Es, con justo motivo, para preocuparnos.