El día que Raphael estuvo a punto de tirar la toalla tras sufrir la peor vergüenza de su vida

Parece una locura entender que Raphael lleva 60 años arriba de los escenarios, es uno de los pocos artistas que ha conseguido mantenerse con esa energía por tanto tiempo. Sería imposible negar que el público lo adora y cada vez que se sube al escenario despliega su carisma y emoción, pero por lo visto no siempre ha sido así.

Aunque Raphael siempre se ha refugiado en la música y prefirió no dar demasiadas explicaciones de otros temas, alguna vez estuvo un poco ligado a la dictadura franquista, de hecho se proclamó a favor de las reformas, algo que sin lugar a dudas al público oprimido de entonces no le causaba ninguna gracia.

Puede ser que la carrera de Raphael haya logrado sobrevivir toda esta etapa porque en ese momento estuvo bastante relegado de España pero no así del resto del mundo, que aún lo aceptaba y vitoreaba en cada concierto. Esto por supuesto coincidió con los años de la Transición, del cambio de régimen político, le pasó como a muchas folklóricas que lo identificaban con la dictadura y por esa misma razón le prohibían la entrada a programas de televisión.

Esta situación lo llevó a estar casi cancelado por una década en España, también agravado por el hecho que el cantante español era el favorito de Carmen Polo de Franco. Él mismo confesó que no se sentía de acuerdo con el régimen franquista aunque sí defendía la figura del dictador porque: "Era de quien lo haga bien para mi país".

Pero el peor momento de esta imagen de Raphael ligada a la doctrina franquista tuvo su peor momento el 1 de septiembre de 1977 en Albacete, en el Parque de los Mártires (hoy de Abelardo Sánchez). El artista había utilizado como camerino el cercano Colegio de San Fernando, los medios titularon que fue "su peor noche". El cantante debía actuar en medio de la campaña cultural que se conocía como Festivales de España.

Personas cercanas al Partido Comunista decidieron boicotear la actuación de Raphael, después de quince minutos de haber iniciado el concierto arrancó una lluvia de tomates, después vino otro lanzamiento de objetos; desde entonces no solo era una falta de respeto sino que el cantante también estaba en peligro, el enfado fue imposible de disimular y sentenció: "En quince años que llevo dando el callo por España es la primera vez que me arrepiento".