Lo que no se sabía de Verónica Forqué salió a la luz por el testimonio de Jordi Cruz

Desde que falleció Verónica Forqué, la opinión pública se ha ensañado con el caso. La “Chica Yeyé” se fue y dejó abierta la necesidad de un debate extenso y profundo acerca de un tema que nos abraza a todos: la salud mental. Jordi Cruz quiso emitir su opinión ante este hecho que marcó su vida profesional.

Su espacio para descargarse fue la revista “Vanitatis”. Allí, Jordi Cruz habló sin tapujos de lo que, para él, fue un hecho sorprendente y de mucho aprendizaje. Desde su mirada, él no percibía comportamientos de autodaño en Verónica Forqué ni mucho menos:

"Cuando estuvo con nosotros, estuvo muy feliz y muy bien. Hombre, ves que bueno. Yo sabía que se había separado y estaba pues más tristona y que el covid nos ha jorobado a todos de un modo u otro. Y a partir de ahí vi una muy buena profesional, que entendió que 'MasterChef' era así, que en algún momento se ponía un poquito más loquita, más caótica, cuando las cámaras no grababan estaba normal, contenta, un poquito más tranquila" decía Jordi Cruz a “Vanitatis”, en respuesta a las inevitables preguntas que vienen asociadas al programa y a la actriz.

El también empresario se atrevió a detallar cómo fue el momento en el que cogió el teléfono y escuchó del otro lado la más triste novedad: "Tres meses después de grabar, te enteras de esa noticia y dices: '¡Ostras!' Yo me acuerdo cuando me llamó Pepe y me lo dijo, y nos quedamos todos helados porque nos llevábamos muy bien y fue muy triste, y ya después las tonterías que se han dicho son para alucinar".

Muchos simpatizantes de la actriz se ensañaron con “MasterChef”. Rumores de que el programa era muy exigente y estresante empezaron a aparecer. Pero de forma muy firme, Jordi Cruz habló sin tapujos al respecto: "Nosotros sabemos que a una profesional que lleva tantos años tú no puedes hacerle un estudio o un test mental cuando la ves que está bien, que está perfecta. Lo hemos vivido diferente, con mucha más normalidad. Me sorprende mucho que se dijera que dejó de grabar porque estaba mal. No, dejó de grabar porque tenía Covid y yo le dije a la dirección que lo dijeran, pero eso atenta a su intimidad y no se puede decir, es algo de ella".

El asunto aquí es que Verónica Forqué dijo basta, hasta aquí, y dejó el delantal de cocina. Tiempo después haría lo mismo, pero con su vida. Como sostenemos en este espacio, la cuestión no está en “MasterChef”, sino en la necesidad de profundizar un poco más allá sobre los debates de salud mental.