EL MARADONA DE ESPAÑA

Lo que Isabel Preysler y Miranda Rijnsburger le dieron a Julio Iglesias y nunca alcanzó

El divo sabe mirar el vaso medio vacío que el lleno.
viernes, 21 de enero de 2022 · 06:46

Julio Iglesias es conocido por ser buen cantante, compositor y músico hispanohablante. Es uno de los artistas internacionales que tenemos en nuestro país, pero también se propagó su fama de “Don Juan”. Es normal en las personas de Libra que cambien de pareja y se aburran fácilmente. Pero dos mujeres hicieron temblar sus suelas: Isabel Preysler y Miranda Rijnsburger.

Comenzaremos con Isabel Preysler, pues como bien sabemos fue su primer matrimonio y también la persona más comentada de la prensa rosa. Su altísima posición social la hizo codearse con la alta sociedad española. Fue así como llegó a la vida de Julio Iglesias.

Se enamoraron y se casaron rápidamente. Con la misma velocidad anunciaron la venida de su hija Chábeli, la primogénita en esta dinastía. Luego le siguieron Julio José y Enrique, el hermano probablemente más famoso. Desde jovencitos se fueron a vivir a Estados Unidos, pero siempre mantuvieron estrechos lazos con su España natal.

Cuando Isabel Preysler y Julio Iglesias se separaron, comenzó la época de piratería para el cantante. Divorciado, ya no debía nada a nadie, así fue que hizo de su fama y de su dinero una verdadera máquina de felicidad y variedad. Tiempo después, conoció a la segunda mujer más importante de su vida.

Miranda Rijnsburger fue modelo en los Países Bajos y, durante una temporada en Estados Unidos, unió camino con el chico del esmoquin. Se casaron y tuvieron cinco hijos: Miguel Alejandro, Rodrigo, las gemelas Victoria y Cristina y el pequeño Ramiro, benjamín que por ahora cerraría la línea sucesoria del cantante.

Recordemos que vagando por los aires está Javier Santos, quien reclama con pruebas de ADN el reconocimiento de su padre. Tanto Miranda como la "Reina de Corazones" han ofrendado parte de su vida al cantante. Julio Iglesias hoy está solo, por más que comparta matrimonio con la modelo. A sus 78 años, tiene lujos que quizás no lleguemos a dimensionar jamás, pero nunca pudo conseguir sostener una pareja en compañía, honestidad y transparencia. Su soledad es la victoria de Isabel y Miranda.