Un día especial
La sonada ausencia de Charlène de Mónaco que pone contra las cuerdas a la Casa Grimaldi
Desde el Principado enviaron un comunicado sobre el estado de salud de la exnadadora olímpica.
El pasado 25 de enero, Charlène de Mónaco cumplió 44 años, tal vez, el aniversario de natalicio más complicado de lo que va su vida. Alejada del foco mediático, se encuentra retirada en un centro curativo de Suiza, del cual, tampoco se tiene mucha información y es que todo lo que rodea a la esposa de Alberto II parece ser un misterio difícil y hasta casi imposible de resolver. Lo que sí resulta una certeza es que la Princesa continuará alejada de la vida pública e institucional tal y como se informó desde el Principado.
El pasado miércoles, la ausencia de la exdeportista repercutió con mucha fuerza en el país soberano, pues era una tradición ver a los Príncipes y a sus herederos celebrar el día de Santa Devota -santa católica que vivió en el siglo III en Córcega, patrona del Principado de Mónaco- y teniendo en cuenta las posibles consecuencias, desde la Casa Grimaldi quisieron llevar la calma a la población.
El comunicado remitido explica cuál es el estado actual de la Consorte: "La convalecencia de Su Alteza Real la Princesa Charlène continúa de manera satisfactoria y muy alentadora. Su recuperación, así como el seguimiento de sus cuidados bucodentales, aún necesitan de varias semanas. La Princesa no podrá lamentablemente asistir este año a las festividades de Santa Devota".
Asimismo, se destacó que Charlène de Mónaco cuenta con la constante compañía de su esposo y que cuando su salud lo permita "volverá a compartir momentos de felicidad con todos los monegascos y residentes". Cabe destacar que los retoños de la sudafricana, Jacques y Gabriella, estuvieron acompañados y guiados para ejecutar las tradiciones de esta festividad por su progenitor y su tía, la Princesa Carolina.
La pareja Real pide que su vida privada y la de sus hijos sigan siendo respetadas.
La exnadadora lleva más de seis meses de cirugías por una grave infección de nariz, garganta y oído a causa de un terrible virus que contrajo en su tierra natal. Las constantes intervenciones quirúrgicas a las que debió someterse Charlène de Mónaco ocasionaron un gran deterioro en todo su organismo debido a la imposibilidad de poder alimentarse correctamente, de hecho, los rumores sobre su estado eran una constante en los medios de comunicación. No obstante, Su Alteza Real se vio en la posición de tener que aclarar que "su esposa decidió realizar un tratamiento de recuperación en otro país de Europa y que no se trata de un problema de relación personal ni vinculado a cirugías plásticas o faciales".
