La Reina Sofía se caracteriza por mostrar siempre una sonrisa, así sean tiempos muy complicados, ella consiguió convertir esta virtud en su marca registrada, la cual deja en evidencia que tiene muy claro cuál es su rol dentro de la realeza española.

Paloma Barrientos, periodista especializada en la Familia Real, analizó a la esposa del Rey Juan Carlos buscando encontrar cómo es que consiguió a lo largo de los años contener sus emociones viviendo tantas situaciones emotivas, ya sea por tristeza o por felicidad.

Lo cierto, es que Paloma Barrientos hizo una recopilación de las veces que fuimos testigos de las lágrimas de la suegra de la Reina Letizia. Según se pudo saber, la madre de la Infanta Cristina dejó al descubierto sus sentimientos por primera vez por un motivo muy triste, en el entierro del conde de Barcelona, cuando acompañaba a su esposo y donde dejaba en evidencia las fisuras en sus emociones.

La Reina Sofía sin censura

Por otro lado, la colaboradora de televisión puso énfasis en las veces que la esposa del Rey Juan Carlos dejo ver sus lágrimas por felicidad, claro que como es de esperarse su hijo, era el responsable de tamaño gesto en público. La primera vez, se dio el 3 de octubre de 1981 cuando con apenas 13 años el Rey Felipe daba su primer discurso en los Premios de Asturias. Vale aclarar que este año fue muy significativo en España pues en febrero de ese año se intentó dar un golpe de estado, como consecuencias de ello los Reyes eran sinónimo de independencia. 

La segunda vez que la Reina Sofía dejó sus emociones al descubierto también tuvo como protagonista a su heredero. En el acto de proclamación en el Congreso de los Diputados, según lo recuerda en detalle Paloma Barrientos, el Rey Felipe dio el paso que nadie esperaba, pues por primera vez y en público daba las gracias a su madre, reivindicando su rol en la familia.

La Reina Sofía y su compromiso con la Corona

Durante mucho tiempo, el ojo de la prensa internacional estuvo posado sobre la Reina Sofía, cada movimiento que realizaba era atentamente estudiado, esperando que dejara en evidencia algún gesto de molestia o enojo ante las situaciones a las que fue sometida por los rumores o trascendidos de Zarzuela, sin embargo, la Reina Emérita siempre se mantuvo muy reservada y cumpliendo con los compromisos que se le encomendaban.