Con motivo del estreno de "Encarna, en carne viva", el libro de Pedro Pérez y Juan Luis Galiacho, la revista "Semana" decidió entrevistar en exclusiva al primero para ahondar en profundidad con respecto a las luces y sombras de la recordada Encarna Sánchez.

Si bien el escrito cuenta en detalle las memorias nunca antes reveladas de la difunta periodista, el reportero del medio citado indagó al productor de "La Noche de Adolfo Arjona" en torno a la estrecha y controvertida relación que mantenía la primera con Isabel Pantoja.

Pedro Pérez desvela el lado más personal de Encarna Sánchez e Isabel Pantoja

De acuerdo al magacín, siempre se habló de un supuesto vínculo amoroso entre la célebre locutora radial y la cantante de copla andaluza, pero poco o casi nada se contó "de lo bien que se portó la tonadillera" durante el cáncer que padeció la comunicadora. "Eso es así. Le detectan el carcinoma en el pulmón izquierdo a finales de 1992", comenzó.

En más de una ocasión, Encarna me dijo a mí que aparte de María Navarro, que era la persona que se inscribía como enferma para que no se le descubriera, Isabel también le acompañaba.

Tras estas palabras, el que fuera productor de la pionera del medio radiofónico explicó al rotativo que Encarna inició un tratamiento de quimioterapia en Houston, en el Medical Center, pero como era muy lejos lo continuó en París. A raíz de esto, la intérprete de "Así fue" decidió no separarse ni un segundo de su "amiga íntima".

Estaba dedicada a ella en cuerpo y alma. Se portó de una manera sobrenatural y a mí me dijo que lo que estaba haciendo Isabel no tendría dinero para pagárselo nunca. Por eso lo contamos en el libro.

De esta manera, Pedro Pérez se sinceró como nunca antes y confesó lo que nadie se animaba respecto al accionar de Isabel Pantoja en las horas más bajas de Encarna Sánchez. Aunque, tiempo después, ambas se distanciaron y terminaron su estrecha amistad.

Isabel Pantoja continuaba al pendiente de Encarna Sánchez

Como dato no menor, el periódico en cuestión indagó al empresario acerca de si la madre de Kiko Rivera continuó al pendiente de la almeriense tras el distanciamiento, a sabiendas de lo delicada que estaba su salud. "Hay que reconocerlo. No era todas las semanas, pero sí una vez al mes llamaba María Navarro que era su mánager y decía que tenía a su lado a Isabel, que quería saber cómo estaba Encarna. Preguntaba si estaba sufriendo, cómo iba el tratamiento. Estaba interesada en cómo iba su lucha contra el cáncer y el día que falleció, estando yo en el tanatorio, recibí una llamada. Me preguntaron si podían ir. Les dije que yo no era nadie para prohibírselo", sentenció.