El pasado 21 de octubre ha quedado por siempre marcado en el calendario de Kiko Rivera y sus más cercanos. Pues esa fue la fecha que, de forma ambivalente, quiso quitarle y devolverle la vida al hijo de Isabel Pantoja. Afortunadamente, Kiko Rivera ha tenido una segunda oportunidad tras sufrir un ictus que no le ha dejado secuelas.

El episodio no tardaba en preocupar a su familia, la que horas más tarde obtenía la espalda por parte de Kiko Rivera. La oportunidad de hacer las cosas bien una vez más se le olvidaba y Kiko Rivera dejaba latente aquellas rencillas familiares con su hermana, su prima y su madre, por nombrar sólo algunas. Es ahora cuando, dos semanas después del mayor susto de su vida, Kiko Rivera vuelve poco a poco a la normalidad.

De vuelta a sus días

El dj finalmente ha reaparecido. Tras pasar algunas semanas haciendo reposo sin salir de las inmediaciones de su hogar, Kiko Rivera ha vuelto a poner un paso fuera para reincorporarse poco a poco a su realidad. Fue el pasado lunes cuando las cámaras de Europa Press se reencontraron con el primo de Anabel Pantoja de camino a buscar a sus hijas al colegio, e indagaron por cómo se encuentra tras el ictus.

No puedo decir que esté al 100%. Vamos a poner un 95.

Los avances están a la vista. Kiko Rivera dijo sentirse bien, pese a no estar recuperado del todo. Con una apariencia mejorada, pudimos verlo mucho más delgado y cómodo con su nueva vida. “Ahora no me asfixio”, lanzaba mientras caminaba y observaba los avances de haber dejado de fumar 20 días atrás.

Siempre he sido un gran fumador, vosotros me veíais todos los días, y ahora me siento bien, lo llevo bien.

El artista dijo estar centrado en la música y trabajando en un nuevo tema, aunque no respondió de la misma manera al momento de referirse a las rencillas familiares. En cuanto Kiko Rivera fue indagado por una posible reconciliación con Isabel Pantoja, el marido de Irene Rosales optó por lanzar una frase que dejó mucho que desear: “Hay que mirar pa’lante”, sentenció.

Se esfuman las esperanzas

Cada vez es menos la ilusión. Mientras que Isabel Pantoja haría lo que fuera por un reencuentro con su hijo, Kiko Rivera echa tierra de por medio a su relación. El conflicto no está ni cerca de terminar y el susto que ha sufrido no ha sido motivo suficiente para arrepentirse del dolor que causaría.