La vida de Ana María Aldón es otra desde que decidió separarse de José Ortega Cano. No es para menos, pues fueron años de relación y un hijo de por medio que ahora ocupa la máxima prioridad. Los cambios son demasiados y puede que sea difícil afrontar todo junto de una sola vez.

Este domingo Ana María Aldón brindó otra exclusiva dando detalles de su nueva vida, los pormenores que debe afrontar y la decisión más difícil que tuvo que tomar. Todo esto sigue siendo un proceso muy doloroso que la diseñadora de modas debe hacer frente. Con calma, paciencia y aceptación, mira con optimismo su nueva vida.

Un gran paso

“Tengo ganas de empezar de nuevo con un hogar mío” repetía Ana María Aldón ansiosa de mudarse a su nuevo chalet en Guadalajara. La única condición que tenía era permanecer cerca del radio de su hijo, de forma tal de poder ir a visitarlo cuando ella quisiese.

Lo que más me costó es pensar que voy a estar una semana sin ver a mi hijo.

Revela muy sincera la expareja de José Ortega Cano, asumiendo que todo en general ha significado un doloroso proceso personal. Para ella era imposible costear una vivienda como la que compartía con el maestro, lo cual optó por alternativas que dentro de todo se asemejaran a esa vida.

La revelación menos pensada

El miércoles pasado la revista Lecturas sacaba una exclusiva donde expresaba el descontento de Gema Aldón con la colaboradora televisiva. Afirmaba que no había sido consultada por su madre y que la venta del inmueble de Sanlúcar significaba una gran pérdida para ella, pues se quedaba sin hogar de un momento al otro.

Ana María Aldón reaccionó a este episodio con un profundo arrepentimiento. Reconoce que puede haber estado más pendiente de su familia política que de la suya propia: “No sé si me lo perdonará o no, o quizás soy yo la que no me lo perdono”.