Cuestión de honor

El día que José Ortega Cano acorraló a Pedro Carrasco a espaldas de Rocío Jurado

El boxeador fue capaz de todo por la felicidad de la madre de su hija.
martes, 15 de febrero de 2022 · 02:45

La semana pasada fue de muchas revelaciones gracias a la intervención televisiva de Rocío Carrasco, pues la presentadora aseguró en "Montealto, regreso a la casa" que sus padres, Rocío Jurado y Pedro Carrasco, estuvieron a punto de darse una segunda oportunidad. De hecho, desveló que el amor que sentían era único y especial e incluso habrían seguido manteniendo ciertos encuentros luego de su ruptura. Información que, probablemente, no haya sido del agrado de José Ortega Cano y Raquel Mosquera.

Rocío Jurado y Pedro Carrasco se casaron en el año 1976 en una multitudinaria boda que fue retransmitida por televisión pública, no es para menos, teniendo en cuenta la trascendencia del evento y lo que significaba para la cultura nacional. Sin embargo, 13 años después decidieron dar por concluido su matrimonio por razones que, hasta el día de hoy, son un tanto inciertas.

Sí, hubo el amago de una segunda oportunidad. Es que al final eran como el complemento perfecto. Ellos tuvieron en mente volver, pero al final se decidió que no y ya está.

Confesó la hija de la intérprete de "Punto de partida" a Jorge Javier Vázquez, lo cierto es que a pesar de que sus progenitores tomaron caminos diferentes,  el amor siempre existió y se mantuvo intacto. Cabe destacar que el padre de Pedro Carrasco vivió en la casa de "La niña de los premios" hasta su último día de vida. Otra evidencia que el cariño fue recíproco y se prolongó en el tiempo fue el gran gesto que tuvo el boxeador con su exmujer.

Rocío Jurado y José Ortega Cano anhelaban dar el "¡Sí, quiero!" ante un juez de paz, pero, sobre todo, ante Dios, sin más la coplera no dudó en solicitar a su exmarido la anulación eclesiástica y el difunto deportista no vaciló ni un segundo en acceder a su pedido. Él mismo lo confesó en una entrevista que concedió a una reconocida revista nacional.

Yo no puedo ponerle trabas a la felicidad de Rocío, ya que los dos tenemos derecho a rehacer nuestras vidas.