El Rey Felipe tomó una polémica decisión que la Reina Letizia no habría avalado

Mientras la Reina Letizia busca redimirse tras el gran plantón de Semana Santa a Palma de Mallorca, el Rey Felipe puso en marcha una decisión que tomó apenas comenzó su reinado, el 19 de junio de 2014: renovar la Monarquía para un tiempo nuevo. Con este claro objetivo durante el día de ayer se emitió un comunicado desde Zarzuela donde se da cuenta del patrimonio personal exacto del Jefe de Estado.

Según lo reportado por este informe desde la Casa Real con el fin de modernizar la Corona, el Rey Felipe tendría la suma de 2.573.392 millones de euros que son el resultado de lo que habría percibido de los Presupuestos de la Casa del Rey, primero como Príncipe de Asturias y luego como el actual Rey de España. Cabe destacar que 2.267.942,80 millones corresponden a cuentas bancarias y 305.450 euros están diversificados en objetos de carácter personal.

"Desde su proclamación ante las Cortes Generales, Su Majestad el Rey inició el camino de la modernización de la Corona para hacerla merecedora del respeto y la confianza de los ciudadanos bajo los principios de ejemplaridad, transparencia, rectitud e integridad en sus comportamientos", reza la notificación que se convirtió en lo más leído del día lunes.

Fuentes pertenecientes al palacio confirmaron que la Reina Letizia no habría estado de acuerdo con la determinación tomada por el hijo de los Reyes Eméritos debido a que no considera necesario que rinda cuentas a la población y es que para ella el trabajo y todo lo logrado por Su Majestad durante los ocho años que se encuentra al frente de la Corona habrían sido más que suficientes.

Asimismo, en el escrito se puso particular importancia a que el Rey Felipe no posee cuentas ni propiedades en el extranjero y que, por el momento, el patrimonio de la Reina Letizia no se hará público. En este contexto, es necesario destacar que los Reyes tampoco tienen inmuebles a su nombre en el territorio español, pero sí son usufructuarios de algunos de estos, tal y como la residencia donde viven, el Pabellón del Príncipe.

Este y muchos otros bienes forman parte de lo que se denomina patrimonio del Estado y que gracias a la ley que lo regula desde el año 1865 mediante la institución Patrimonio de la Corona busca "ajustar todo ese conjunto de bienes patrimoniales, vinculados a la Corona, a la nueva realidad económica, política y social. Diferenciando así entre bienes vinculados a la Corona, que sirven para la representación del poder y para la vida cotidiana de Sus Majestades, que tienen que seguir unidos, que son del Estado, y entre el patrimonio privado de los Monarcas, que procede de los bienes que previamente se consideraban libres, o de su lista civil".