Iñaki Urdangarin deberá sortear el peor obstáculo tras haberse separado de la Infanta Cristina

El presente, tanto personal como profesional, de Iñaki Urdangarin es todo un misterio desde que salió a la luz el pasado invierno su deslealtad hacia la Infanta Cristina con Ainhoa Armentia. Esta polémica situación, que fue expuesta por uno de los medios de comunicación gráficos más importantes de España, ha puesto en jaque una vez más la credibilidad y seriedad de la Familia Real.

Lo cierto es que para muchos, Iñaki Urdangarin ya no formaba parte de la cotidianidad familiar como lo hacía en el pasado; es de público conocimiento que la relación entre el ex Duque de Palma y los Reyes de España nunca fue la soñada por la Infanta Cristina y mucho menos cuando el caso de Nóos tomó trascendencia pública y llevó a que el yerno de doña Sofía pagara con su libertad los delitos por los que se le acusaba.

Cabe destacar que cuando el exbalonmanista salió de prisión, el Jefe de Estado habría solicitado a su consanguínea y, por ende, al que fuera su cuñado que mantuvieran un perfil bajo y discreto que, a la vista está, no pudieron cumplir. Por el contrario, actualmente, se encuentran en el huracán mediático tras la jugada inesperada del exolímpico.

Teniendo en cuenta esto, tal y como lo informó la revista "Semana", la Infanta Cristina decidió poner punto final a su matrimonio el pasado mes de marzo y resolvió firmar la disolución de las capitulaciones, el primer paso para obtener el divorcio definitivo. Como muchos ya suponían, el mayor perjudicado de todo es el mismísimo Iñaki Urdangarin, pues ya no contará con ningún privilegio por ser marido de la flamante hija de los Reyes Eméritos.

Ahora, separado de su mujer, no tiene un duro. Si van a comer, pagan ellos, también si van a tomar un café. No sé si es Ainhoa quien le paga las cosas cuando salen.

Con estas declaraciones, Silvia Taulés, periodista de "Vanitatis", desveló cómo cambió la vida del exdeportista al estar lejos de la Aristócrata. Tal y como lo anticiparon diversos medios de comunicación, ella se queda con la custodia de sus herederos y el exbalonmanista no debería pasarle ninguna manutención, ya que el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía serían los encargados de solventar la educación de los retoños de dicho exmatrimonio.

Sin lograr salir del centro de la tormenta mediática y relegado de los privilegios de la Corona Real y sin un trabajo estable, Iñaki Urdangarin, al parecer, encontró la manera de salvaguardar su futuro sin la ayuda de la Infanta Cristina. En el programa "Ya es mediodía" aseguraron que "habría comenzado este mismo viernes un curso de entrenador de balonmano en Barcelona”, accionar que lo obliga a tener que mudarse a la ciudad donde vivió en el pasado con su familia. De esta manera, pondría en peligro su relación con Ainhoa Armentia ya que deberá abandonar Vitoria si todo marcha según sus planes.