EL PRINCIPIO DEL FIN
Joan Manuel Serrat, el principio del fin con un éxito fuera de España
El cantante les dice adiós a los escenarios.
Está siendo uno de los periodos más tristes y nostálgicos para la música española. Tal y como sucedió la semana pasada con José Luis Perales, ahora es el turno de Joan Manuel Serrat de bajarse para siempre de los escenarios.
Tras 56 años de exitosa carrera, el cantautor catalán decidió que era tiempo de despedirse de la música en directo, aunque no de las canciones.
El lugar elegido para dar inicio a la última aventura que lo llevará a recorrer gran parte del mundo hasta el 23 de diciembre (fecha en la que brindará el concierto final en su querida Barcelona) fue Nueva York, más precisamente el Beacon Theatre.
Con el aforo completo y las 3 mil localidades agotadas desde hace meses, el público esperaba ansioso el recital de uno de los artistas más importantes de la canción melódica y las expectativas fueron más que satisfechas.
El show de este miércoles se trató del primero que brindó Serrat tras los dos años de ausencia producto de la pandemia. "Llevo dos o tres años sin cantar, me he convertido en un antiguo debutante”, dijo al comenzar, ocasionando risas entre el público.
Durante más de dos horas y media, Joan Manuel Serrat desplegó lo más recordado de su cancionero. "Hoy puede ser un gran día", "Esos locos bajitos", "Cançó de Bressol","Mediterráneo" y tantos otros éxitos que el público ovacionó y cantó a viva voz.
Así, entre clásico y clásico, la noche avanzaba al ritmo de coplas y baladas con las que Serrat desgranaba sus emociones, sus recuerdos y sus sentires. Tanto él como quienes lo acompañaron se lucieron al máximo en el escenario, como si estuviesen dejando un pedacito de su vida frente a los espectadores que los aclamaban con fervor.
Los aplausos, las risas y también las lágrimas fueron los grandes protagonistas de una función que sentó las bases para la gira de uno de los artistas más importantes de nuestro país. Pese a que aún le quedan muchos escenarios por recorrer (la gran mayoría ubicados en América), sus seguidores ya están llorando al tener que despedirse para siempre de su voz en directo.
"Ningún concierto ha sido uno más, jamás [ha sido] una faena de aliño”, explicaba Joan Manuel Serrat tras el recital. Hasta el momento, este ha sido, sin dudas, el más especial de todos.
