El hombre que anticipó el desastre del matrimonio de Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina

Cuando la Infanta Cristina eligió casarse con Iñaki Urdangarin no lo hizo por puro azar, aunque sí les consta a muchos que se encontraba enamorada, pero además él pertenecía a una familia casi intachable que colgaba los títulos universitarios de sus siete hijos y estrictamente los impulsaba a continuar con sus estudios para que le dieran orgullo a su padre.

Hace 10 años que el patriarca de la casa de Iñaki Urdangarin, Juan María Urdangarin, falleció, siempre había querido darle el ejemplo de perfección a todos y cuando salió lo del caso Noós con su hijo, vio todo su esfuerzo derrumbarse. El suegro de la Infanta Cristina se licenció en Ingeniería Industrial y al cabo de un tiempo amplió sus estudios con un grado ADE, esto lo ayudó a estar al frente de varios negocios.

Además, el padre de Iñaki Urdangarin fue presidente de Caja Vital, una de las cajas de ahorro más importantes del País Vasco, antes había trabajado 25 años en el sector privado de la mano de Fuchs, una empresa multinacional dedicada a la fabricación de lubricantes para coches. El medio Vanitatis informó que intentaron averiguar si por estas fechas habrá algún acto en homenaje a Juan María Urdangarin, peor no han podido confirmar nada.

Cuando Iñaki Urdangarin comenzó a salir con la Infanta Cristina, se hablaba de que él podría pertenecer a alguna línea lejana de la realeza, aunque el propio balonmanista se encargó de desmentirlo: "Ni mi madre es alemana ni es de la aristocracia belga. No hablo cinco idiomas ni mucho menos el euskera, porque he vivido en Barcelona casi todo el tiempo y adopté el catalán como segunda lengua, pero jamás el euskera”.

Juan Mari, como llamaban al padre, fue quien vaticinó el desastre que sería el matrimonio de su hijo con la Infanta Cristina. Mantenía una buena relación con los compañeros de equipo de Iñaki Urdangarin, por eso cuando supo que las cosas entre él y la hija del Rey iban en serio, reunió a los muchachos y les pidió un favor, que nunca dejaran que su hijo olvidara quién era, y que le recordaran siempre que no debía caer y que no permitieran que su nueva condición le nublara la vista.

Como sabemos, ni los amigos ni la familia lograron centrar y poner en eje a Iñaki Urdangarin con el paso del tiempo. De hecho, varios de sus colegas argumentaron que se alejaron de él porque se le habían subido los humos a la cabeza, pero de todas formas fueron ellos quienes, tiempo después, lo acompañaron con las polémicas del caso Noós.