La Infanta Cristina recupera la ilusión en medio de su divorcio con Iñaki Urdangarin

La sorpresiva separación de Iñaki Urdangarin le causó un profundo dolor a la Infanta Cristina, quien poco a poco intenta salir adelante, a pesar de la humillación que le causó la ruptura del hombre más importante de su vida. El pasado jueves, la heredera del Rey Juan Carlos regresó a la vida pública, en pleno proceso de divorcio.

Durante algunos meses, la Infanta Cristina se sumergió en una profunda depresión debido a la humillación que le causó el nuevo romance de Iñaki Urdangarin con su amante, Ainhoa Armentia. Por este motivo, decidió iniciar los trámites de divorcio para dejar atrás su polémica historia de amor.

Más allá del profundo dolor interno que atraviesa, la hermana del Rey Felipe regresó al país para cumplir con sus compromisos profesionales a los que nunca falta. El pasado martes, se desplazó hasta Figueres para acudir al evento como patrona de honor de la Fundación Gala-Salvador Dalí.

Luego de la repercusión por su participación en el acto, la madre de Pablo Urdangarin asistió a un evento organizado por el Comité Olímpico Español en Madrid, donde homenajeó a los participantes españoles en las Olimpiadas de Calgary y Seúl 88. Como era de esperar, la hija de la Reina Sofía no se quiso perder esta celebración tan especial.

De manera sorpresiva, la cuñada de la Reina Letizia recibió un diploma por su gran contribución al deporte español. En el acto se dejó ver visiblemente emocionada y sumamente feliz, porque le devolvió una gran alegría ser la primera mujer en portar la bandera de los Juegos Olímpicos. 

Es algo indescriptible, el poder estar ahí con todo el equipo, fruto del trabajo de tantos años de preparación. 

A pesar de su difícil situación sentimental, la Infanta Cristina se dejó ver con una maravillosa sonrisa y visiblemente delgada. En esta ocasión tan especial, apareció con un pantalón blanco y una blusa en color rosa que captó la atención del público presente.