NO HAY FÓRMULAS MÁGICAS

El mayor legado que Víctor Manuel y Ana Belén dejarían en manos de sus hijos

Un camino de rosas necesita pasar necesariamente por espinas.
martes, 17 de mayo de 2022 · 04:00

Ana Belén y Víctor Manuel son de las parejas más estimadas de la cultura española. No solo se destacan por sus talentos en la actuación y la música, sino también por las convicciones que los llevaron a sostener sus ideales durante toda su vida.

Claro que, como todo artista, tuvieron sus momentos de intermitencia. Ana Belén y Víctor Manuel se conocieron muy jóvenes y desde el primer momento supieron que serían el uno para el otro.

Víctor Manuel Ana Belén
 Víctor Manuel y Ana Belén (Imagen de archivo).

Juntos formaron una bonita familia, actualmente compuesta por David y Marina, dos retoños que siempre procuraron ser más discretos que sus progenitores. Conociendo la fama que tenían desde niños, intentaron ocultarse bajo el brillo de sus padres, eligiendo sus propios caminos, pero igualmente inspirados por sus enseñanzas.

Víctor Manuel y la actriz saben muy bien lo que es trabajar la carrera desde el punto cero. Ninguno nació en condiciones favorables o tuvo el pase gratis por ser un “hijo de”, como solemos ver en nuestros medios de comunicación. Dos enseñanzas marcaron siempre sus pasiones y ambiciones:

Unas veces estás en la cresta de la ola. Llevando tantos años en esto, aprendes de ello.

Confesaba hace un tiempo Ana Belén al reflexionar sobre su carrera, esa que muchas veces tuvo que poner en práctica el valor de la cultura del trabajo y la convicción de lograr un sueño. Esos dos valores estuvieron inculcados en David y Marina, quienes al día de hoy lo agradecen.

Víctor Manuel Ana Belén
 Víctor Manuel y Ana Belén (Imagen de archivo). 

“Creo que las cosas no se inculcan. Hay algo que lo respiras y lo vives. Mis padres nunca me dijeron si tenía que hacer algo o no hacerlo. Sin embargo, ellos, con su manera de estar y de entender la vida, nos dieron ese legado a mis hermanos y a mí” compartía Ana Belén al medio “LOL” en 2018, lo cual refiere a que la prédica se hace con el ejemplo. Ni normas ni imposiciones, el mejor maestro es la práctica y David y Marina lo viven a diario.