La drástica medida que tomó Mari Ángeles Grajal tras la partida de Jaime Ostos

El pasado enero, apenas a días de haber inaugurado el nuevo 2022, Jaime Ostos decidía emprender rumbo a su encuentro con San Pedro. Desde este lado del viaje ha quedado su viuda, Mari Ángeles Grajal, quien todavía busca el consuelo para reparar esta inmensa pérdida.

Sin embargo, rescatamos la inmensa voluntad que pone Mari Ángeles Grajal. Completamente devastada por la pérdida de su esposo, asistió a las Ferias de Abril, evento al que jamás pegó el faltazo siempre con la compañía de Jaime Ostos. Resiliente y visiblemente atravesada por el esfuerzo de estar presente, confesó “en la feria el cariño que estoy notando es inmenso. Jaime estará orgulloso y feliz de verme aquí”.

Pero en esa misma confesión, Mari Ángeles Grajal confesaba la parte más dolorosa: “Le echo muchísimo de menos, aquí lo pasábamos muy bien… imposible olvidar. Pero estoy aprendiendo a vivir de otra manera, aceptando que él ya no está conmigo".

La doctora mantuvo una entrevista con el medio Pronto, donde confesó que ella y su hijo Jacobo han tomado una decisión. Venderán la casa en donde vivían junto a Jaime Ostos para trasladarse mucho más cerca de Madrid. El objetivo de esto es hacer un cambio, ya que para ellos es muy doloroso volver a casa y no encontrar al diestro allí.

Grajal confirma que de esta forma se sentirá más cerca de su hermana, de sus amigas y del despacho del Hospital. También confirma al medio citado que esta decisión no involucra una necesidad económica (“gracias a Dios”) sino más bien una necesidad espiritual.

La vida de Mari Ángeles Grajal no es ni será jamás la misma. La viuda todavía recorre los sitios donde fue tan feliz junto a su esposo. El duelo tardará su proceso, tiempo que puede tomarse como quiera dado que la única que lleva la cruz por dentro es ella.