Isabel Preysler y Julio Iglesias, los detalles del polémico documento que cambió sus vidas

Isabel Preysler y Julio Iglesias se convirtieron en la pareja más polémica y buscada de la década de los 70 y no solo porque juntos conformaban el cuadro perfecto para una portada de revista, existieron cuestiones de peso que los llevaron a ser el foco de señalamiento de aquella época; primero fueron los fuertes rumores respecto al apresuramiento de su boda, -periodistas aseguraban que la filipina ya se encontraba embarazada de su primogénita, Chábeli Iglesias-, luego las informaciones de supuestas deslealtades por parte del cantante fueron adquiriendo mayor relevancia.

Como fue de público conocimiento los famosos se casaron el 20 de enero de 1971 en Illescas, Toledo, en una boda que fue el evento del año. Finalmente, en el año 1978 y con tres hijos en común, se separaron. Según los periodistas de la época la madre de Tamara Falcó acudió a esperar al que fuera todavía su marido al aeropuerto para decirle una sola frase que cambiaría el rumbo de sus vidas para siempre.

Julio, tú tuviste que pedirme muchas veces que nos casáramos, pero yo te voy a decir una sola vez que nos separamos.

De acuerdo a fuentes cercanas pertenecientes al círculo privado de Isabel Preysler se había enterado de un romance extramatrimonial que mantenía el intérprete de "Me olvidé de vivir" en Argentina, sin más, y a pesar de las súplicas y ruegos del músico tomó la decisión final. Eso sí, que haya determinado divorciarse no significaba que no haya sido el dolor más grande por el cual tuvo que pasar.

Jaime Peñafiel, uno de los fieles amigos de Julio Iglesias desveló en una entrevista concedida a Canal Sur cómo fue el comunicado que el artista e Isabel Preysler debieron firmar cuando él era director de la revista ¡Hola!: "Es el primer documento de una pareja famosa que decide separarse de mutuo acuerdo para salvaguardar, sobre todo, la tranquilidad y paz de sus hijos". 

El periodista aseguró que ninguno de los dos quería separarse, pero, tampoco tenían otra salida, pues se había filtrado que la socialité se había agobiado de llevar el matrimonio adelante sola y los rumores sobre una supuesta deslealtad de su parte eran cada vez más fuertes. Isabel Preysler estaba aterrada ante la idea de que su vida privada se convierta en la comidilla de la prensa, por tal motivo, tras dialogar con Peñafiel se dirigió al aeropuerto a esperar a que Julio Iglesias llegara de Buenos Aires e informarle la decisión que lo transformaría todo.