Paloma Cuevas y la nueva ilusión que aleja completamente de Enrique Ponce

Paloma Cuevas y Enrique Ponce tuvieron un divorcio escandaloso, polémico y con muchísimo ruido alrededor. Acostumbrada a la discreción, la empresaria tuvo que soportar ríos de tintas tras la noticia del año. Para colmo, su exesposo no colaboraba en nada con sus demostraciones de amor en público.

Ana Soria era el nombre que entraba en escena para justificar la separación de Enrique Ponce y Paloma Cuevas. Todo esto resultó un nuevo desafío, sobre todo para Paloma quien tuvo que soportar la presión de los medios de comunicación cuando siempre estuvo acostumbrada a llevar una vida discreta.

Se rumoreó en su momento que Paloma Cuevas había pedido a Enrique Ponce que por favor cesara con los videos, fotos e historias en redes sociales presumiendo de su nueva condición, pues era material que de alguna manera llegaba a sus hijas y no quería que estas fueras perjudicadas. El diestro accedió, hasta ahora.

Una gran sorpresa nos despertó la semana pasada: la fotografía de Enrique Ponce y Ana Soria con un titular que decía “Le voy a pedir matrimonio a Ana”, ¿dónde quedó el acuerdo de confidencialidad? nadie lo sabe.

«He optado por ser feliz» comentaba Paloma Cuevas en la única entrevista que brindó luego de llevar a cabo una colaboración con la diseñadora Rosa Clará. «Mi vida sigue siendo muy parecida, porque siempre ha consistido en priorizar a mi familia y a mis amigos» marcando la clara diferencia con su exesposo: «Ahora mismo no pienso en volver a casarme. Digamos que dejaré que la vida me sorprenda».

Cierto es que la vida de Paloma Cuevas hoy no se parece en nada a la que compartía con Enrique Ponce. Es una mujer sola, independiente y con las prioridades bien claras siempre respetando su amada privacidad, la de ella y la de sus hijas. Enrique Ponce en cambio va por el camino contrario y nadie interfiere en esas decisiones La única que podría detenerlo es Paloma Cuevas con solo una orden judicial, pero ese no sería el estilo de la empresaria.