NO MUY FELIZ

José Fernando, el hijo de Rocío Jurado vive su momento más especial en plena soledad

Sin duda "La Más Grande" jamás habría deseado este final para su retoño.
sábado, 18 de junio de 2022 · 09:56

EL 17 de junio de 1992 nació José Fernando, el hijo de Rocío Jurado y José Ortega Cano. Tanto él como su hermana Gloria Camila provenían de Colombia, su país natal, pero la pareja más famosa de España optó por hacer una adopción y suplir su deseo de ser padres juntos. Lo lograron, aunque más tarde todo se volvería una pesadilla.

Cuando José Fernando entró a la vida de Rocío Jurado, este tenía tan solo seis años de edad. Al cumplir trece la peor pesadilla que todos nos podemos imaginar atravesar se hizo realidad, pues la cantante partía de este mundo por causa de un cáncer de páncreas.

Rocío Jurado junto a José Ortega Cano, Gloria Camila y José Fernando

La crianza de los niños dependía ahora pura y exclusivamente de José Ortega Cano. José Fernando estaba entrando a la adolescencia y la pérdida de su madre no colaboró lo suficiente en esa complicada etapa. Poco a poco comenzaron a salir a la luz los conflictos con las adicciones que el joven padecía, acompañado de una camada de hechos violentos y encarcelamientos.

José Ortega Cano compartía en su momento «Mi hijo no puede entrar de nuevo en la cárcel. Tiene que estar en un lugar donde puedan tratarle y es la única manera de que salga a flote. Hay momentos en los que no puedo más» para la revista “Vanitatis”, deseo que con mucho esfuerzo y dolor pudo convertir en realidad. Desde el 2017 José Fernando permanece internado en el centro de rehabilitación Juan de Dios.

Claramente,  hablamos de una realidad que Rocío Jurado jamás habría imaginado. De hecho, ni siquiera todo lo que está pasando en su familia actualmente. La cantante amaba ser madre, lo dijo en innumerables oportunidades, aunque lamentablemente no ha podido ejercer ese título por mucho tiempo con sus hijos adoptivos.

José Fernando cumplió ayer 30 años. 

Ayer José Fernando cumplió 30 años y lo hizo dentro de las instalaciones del centro de rehabilitación. No hay muchos festejos, aunque si se abre la posibilidad de celebrar un encuentro entre los presentes, confirman fuentes del centro a “La Razón”. Un evento que tendría que tener de todos los colores de la alegría, pero que solo refleja la distancia y el frío que existe entre todos los vínculos de esa familia.