Impredecible

Victoria y Cristina desvelan cómo es la realidad que viven Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger

El cantante se caracteriza por su discreción.
viernes, 24 de junio de 2022 · 14:33

En la vida de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger siempre ha predominado la discreción, aunque esa etapa idílica duró hasta que sus hijas Victoria y Cristina se hicieron mayores. Desde entonces las jóvenes se han encargada de desvelar una faceta del famoso que muy pocos conocían. 

En sus redes sociales, y gracias a sus mascotas, las herederas del artista han dejado que a través de sus imágenes publicadas todos tengan acceso a su lujosa vida. Asimismo, a cada uno de los rincones de varias de sus viviendas. Si bien en su perfiles personales son menos activas, en el que está dedicado a sus fieles compañeros sí que es mayor la frecuencias de sus posteos. 

Las hijas de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger han dado a conocer parte de su vida llena de lujos.

Para nadie es un secreto que las hijas de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger son defensoras de los animales, especialmente aquellos que se encuentran en situación de abandono. Ellas mismas en España han acudido a refugios y han adoptado a varios perros que ahora forman parte de su familia. 

Jardines, terrazas, piscinas, habitaciones, yates y hasta el jet privado del cantante han sido el escenario perfecto para las postales de los amigos perrunos de Victoria y Cristina. Solo hace falta echar un vistazo al perfil para conocer parte del buen gusto del músico y su mujer en la decoración de los muchos hogares que tienen. 

Las mascotas de Julio Iglesias tienen muchas comodidades.

Es innegable que todas las mascotas que forman parte de la familia de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger viven a "cuerpo de reina", totalmente envidiable todos los gustos que se pueden dar los famosos perros. En su perfil en Instagram ya cuentan con más de tres mil seguidores. 

Un presente cargado de muchas comodidades que no cualquiera puede darse, gracias a la imponente carrera que ha forjado durante décadas el español, sus herederos y también sus mascotas pueden recorrer el mundo con mucho estilo y nada modesto.