Shaila Dúrcal, el legado de Rocío Dúrcal del que no podrá desprenderse

Hace 16 años veíamos partir a Rocío Dúrcal, no sin antes agradecerle por haber llevado a España tan alto en zonas y países donde un español no era bien visto. “La Señora”, como era llamada en Sudamérica, hoy parece estar más viva que nunca, sobre todo en la esencia de Shaila Dúrcal.

Como buena aprendiz, se inspiró de su madre para ser una artista. Es la única de la familia que ha conseguido dedicarse al mundo de la canción, intentando superar ese difícil parámetro que hay entre “los hijos de” y las nuevas generaciones.

Pero, así como cargó con ese parecido místico y espiritual también tuvo que lidiar con algunas presiones extra. Shaila Dúrcal, por ejemplo, fue una de las grandes mediadoras en el conflicto mediáticamente conocido entre su padre y sus hermanos cuando Rocío Dúrcal falleció.

Ríos de tinta digital han recorrido kilómetros en las webs problematizando ese conflicto de intereses. Por un lado, Antonio Morales Junior defendiendo algunos bienes no declarados y, por el bando contrario, los hijos exigiéndole a un padre honestidad y transparencia.

Shaila Dúrcal tuvo la misión de ser ese andamiaje entre su familia y sus hermanos, pero a su vez, le tocó lidiar con el peso de una herencia y hacerse cargo, pues al igual que su madre ella quería ser cantante. A Rocío Dúrcal no le fue sencillo, pues su hija correría con la misma suerte.

"Mami era lo máximo, cocinaba maravillosamente. A todos los sitios donde voy pruebo la tortilla de patata. Nada, ninguna la iguala" comentaba hace un tiempo Shaila Dúrcal recordando a su madre. Hoy el parecido parece más evidente, no solo por el parecido físico, sino también en un plano más espiritual. De alguna manera sentimos que Rocío Dúrcal está con nosotros a través de la mirada de Shaila.