Iñaki Urdangarin pagó sus cuentas con la justicia con la confianza de que, después de ello, podría retomar su vida con normalidad. Ni siquiera el escándalo que supuso su deslealtad a la  Infanta Cristina trastocó sus planes de emprender una nueva etapa. Nada más de recibir el tercer grado, renunció al bufete donde conoció a Ainhoa Armentia. 

Con un futuro que hasta ahora parece incierto el exjugador de balonmano ha estado entre Victoria y Barcelona tratando de enmedar su camino. Además, en su faceta familiar las cosas no van mal: hace pocos días disfrutó de unas vacaciones con sus hijos, Pablo, Miguel e Irene donde también coincidió por algunos días la hermana del Rey Felipe.  

En ese encuentro de la   Infanta Cristina con la familia de  Iñaki Urdangarin, quedó en evidencia que las relaciones siguen siendo, al menos con quienes otrora fueran sus parientes políticos, muy buena y cercana. Prueba de ello es que  la Aristócrata asistiera a la boda de los sobrinos de su todavía legalmente esposo. Un enlace al que no pudo asistir el exdeportista. 

Y es que los problemas que enfrentó con la justicia el ex Duque de Palma le impidieron contar con el permiso necesario para trasladarse hasta Estados Unidos, donde se llevaron a cabo las celebraciones, pero  la hermana de la Infanta Elena no estuvo dispuesta a perderse las nupcias de los hijos de Cristina, filial de Urdangarin.  Unos festejos donde disfrutó a más no poder, sin extrañar aquella vida que tuvo con el padre de sus herederos. 

Un detalle muy llamativo que alertaría a Iñaki Urdangarin

 Las bodas de Iñaki y Nuala Flood reunieron casi a toda la familia Urdangarin, solo faltaron Pablo y su padre Iñaki Urdangarin. Ni siquiera Juan, quien se había perdido las vacaciones con sus padres y hermanos, quiso faltar a este conclave de la mayoría de sus allegados. ¿Estará el joven marcando distancia de su progenitor?

Iñaki Urdangarin, una vida marcada por los problemas con la justicia

Iñaki Urdangarin era un deportista destacado cuando conoció a la Infanta Cristina. Su vida parecía idílica hasta que se vio involucrado en el caso Nóos. La justicia falló en su contra y debió pasar un tiempo en prisión. Todo esto propició un cambio inevitable en su vida y en la de su mujer. Cristina de Borbón decidió estar al lado de su esposo y marcar distancia de la Realeza y por todo el escándalo pagó un precio muy alto. Tras conseguir pagar su deuda con la ley, Iñaki se enamoró de otra mujer.