La realeza europea se ha conmocionado al conocer la noticia del deceso de la Reina Isabel el jueves 8 de septiembre. Las Casas Reales están brindando sus condolencias a la familia y España no ha sido la excepción, el Rey Felipe y la Reina Letizia se han pronunciado. 

Los reyes de España se dirigieron a la residencia del embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott. Tanto el Rey Felipe como la Reina Letizia estaban vestidos de riguroso luto y han firmado una nota manuscrita en el que se destaca la labor de la Reina Isabel.

El Monarca describe a la Monarca como un "ejemplo de dignidad, serenidad y dedicación" y que será "siempre una gran fuente de inspiración para todos", así ha publicado el medio Hola. Recordemos que la Reina Isabel falleció a los 96 años sin abdicar al trono y cumpliendo con sus labores.

Será siempre una gran fuente de inspiración para todos.

Un saludo que no podía faltar

La cita a la que acudieron el Rey Felipe y la Reina Letizia sucedió puntualmente a las ocho de la tarde, justo una hora después que que Carlos haya dado su primer discurso como nuevo Rey de Inglaterra; unas palabras en las que por supuesto se ha referido a su madre y también dio las claves en las que girará su reinado.

"Desde nuestro respeto y admiración así como de nuestra profunda tristeza, dejamos testimonio en este libro de condolencias por el fallecimiento de Isabel II", comenzó el testimonio que firmaron en Rey Felipe y la Reina Letizia donde además destacaron todo lo que admiran de lo que fue el mandato de la Reina Isabel. 

Su ejemplo de dignidad, severidad, dedicación incansable al servicio del Reino Unido y su pueblo será para siempre una gran fuente de inspiración para todos. 

Además, el Rey de España y su esposa expresaron afecto y saludos hacia el Rey Carlos, deseándoles fuerzas por la pérdida y suerte en lo que viene para él: "Expresamos nuestro pésame con fraternal afecto al rey Carlos III y a la reina consorte, a la familia real, al Gobierno y a todo el pueblo británico".

La Reina Isabel, ejemplo de superación

La Reina Isabel no estaba destinada a convertirse en Reina, a la edad de 10 años se convirtió en la heredera al abdicar su tío y pasar el mandato a su padre. Por esa misma razón es que se mantuvo firme en el trono hasta su fallecimiento.