Adiós a la Monarca
La Reina Isabel emprende su último viaje, las imágenes que desvelan el recorrido
La madre del Rey Carlos III falleció a los 96 años el pasado jueves.
Este domingo a las 10 horas local, la Reina Isabel dejaba el lugar que tantas alegrías le regaló en su vida, el féretro envuelto con el estandarte real con una corona, acompañado de algunas de sus flores favoritas que también estaban sobre donde reposan los restos de Su Majestad.
El vehículo salió del Palacio el Balmoral camino a Edimburgo. Personal de confianza de la Monarca le acompañó hasta el momento de la salida del coche fúnebre, Mercedes Benz, que detrás lleva una comitiva de seis camiones y delante liderando una moto.
La Princesa Ana muy cerca de esta emotiva despedida a la Reina Isabel en un coche Rolls Royce justo detrás, en compañía de su esposo. Será un recorrido de varias horas. Así, desde donde se pudo observar ya habían personas esperando para darle el último adiós a la madre del ahora Rey Carlos III que llegará hasta el Salón del Trono ubicado en el Palacio de Holyrood, donde estará hasta el día lunes por la tarde.
La Reina Isabel emprende su último viaje
Aberdeenshire, Aberdeen, Angus, Brechin, Dundee, y Tayside, son algunos de los lugares marcados por el verde de esa región, por donde hoy transitará el coche que emprende el último viaje de Isabel II, la persona con el reinado más largo de la historia de Gran Bretaña. Esta será una de las primeras paradas marcada dentro de la operación Unicornio que culminará el 19 de septiembre con la misa funeral de Estado en la Abadía de Westminster.
En la multitud que se concentró en el camino que sigue recorriendo ahora mismo la Reina Isabel, era notable la tristeza por esta pérdida de una de las mujeres más admiradas de todos los tiempos. Aunque se pidió que no arrojaran flores, de camino una que otra persona rompió el protocolo.
Balmoral, el lugar más especial para la Reina Isabel
El Castillo del Balmoral fue uno de los lugares más especiales para la Reina Isabel, allí la abuela del Príncipe Guillermo solía tener una vida más sencilla. Son muchos los recuerdos que construyó junto al Duque de Edimburgo, veranos inolvidables y donde podía disfrutar de la naturaleza y de la crianza de los caballos. Un refugio indiscutible para la madre del Rey Carlos III y fue allí mismo donde decidió exhalar su último aliento.
