No son buenos los tiempos que corren para Ana Obregón, a quien la vida consiguió darle tres veces la espalda en tan solo dos años. Tras el reciente fallecimiento de su padre, Antonio García, a sus 96 años, la artista ha tenido que hacer frente a otra de las despedidas más duras de su vida.

Cuando la pérdida de su hijo Alex llegaba para arrebatarle todas las fuerzas, la muerte de su madre caía como otro balde de agua fría por el resto de sus días. Ahora, apenas ha pasado una semana desde la partida de su tercer y último pilar. Luego de que sus amigos y más cercanos confesaran que temen por su presente, Ana Obregón, devastada, reaparece.

El motivo no es menor. Julio Iglesias, su íntimo amigo ha estado de cumpleaños. Fue la actriz la que para estos 79 años habría conseguido emocionar hasta las lágrimas a su gran compañero. Con una carta digital, Ana Obregón conmocionó a todos y entró en detalle acerca del vínculo que por siempre los ha mantenido unidos.

El saludo en su momento más especial

“Querido Julio: Muchísimas felicidades”, comenzaba diciendo Ana Obregón, quien no tardaba en disparar todo su orgullo en halagos. “Qué honor ser la amiga del artista vivo que más copias ha vendido en el mundo”, continuaba. Y es que Julio Iglesias, además de ser la estrella de la música que ha conseguido dejar en lo alto a toda España, no habría sido más que otro de su sostén más especial.

“Gracias por cuidar de mí siempre, cuando la vida era preciosa en Los Ángeles y en estos años difíciles en los que has estado a mi lado a pesar de la distancia”, lanzaba Ana Obregón al intérprete de “Me olvidé de vivir”. “Sabes que mis padres te adoraban y que yo te quiero y admiro, amigo del alma”, terminaba de decir en un sentido recuerdo que nacía de su más reciente pérdida. Julio Iglesias lo hizo de nuevo, en su respuesta consiguió desvelar que el cariño es mutuo: “Querida Ana, qué bonita eres por dentro y por fuera. Te adoro para siempre", expresó.

¿Cómo tomó Ana Obregón sus pérdidas?

Como todos. Ana Obregón no hizo más que tratar de sostener el peso de la carga a lo largo de todos estos años. Cuando la vida y la partida de su hijo, en 2020, empezaba a tomar otro color, el destino, o quien sea, consiguió instalar una vez más el dolor en ella. “Estamos preocupados. Alex, su madre, ahora su padre… Ana lleva poco más de dos años sufriendo golpe tras golpe… No sabemos cómo le va a afectar la muerte de su padre”, revelaba una fuente cercana que aseguraba que no su entorno no la dejaría caer.