Fue hace más de un año cuando la deslealtad de Iñaki Urdangarin (55 años) a la Infanta Cristina (57 años) cobró trascendencia pública; tras obtener el tercer grado penitenciario que posibilitó que el exolímpico abandonara la cárcel de Brieva fue captado por los paparazis con Ainhoa Armentia, su actual pareja, caminando por una de las playas de Bidart, fotografías que, por supuesto, significaron el final indeclinable de su unión conyugal con la "royal".

Para evitar habladurías, rumores y especulaciones, desde la Casa Real remitieron un comunicado oficial firmado por la exduquesa de Palma y el padre de sus hijos donde ambos aseguraban que "se separaban de común acuerdo", resaltando que el compromiso con sus hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin "permanecerá intacto", así como también, solicitaban el respeto debido a la prensa.

El divorcio que no fue 

La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin eligieron llevar el proceso de divorcio con demasiada calma. Si bien existen acuerdos firmados por ambas partes en relación a sus hijos y ciertas cuestiones de índole económica, aún la separación no se concreta oficialmente. Esto porque hay ciertos motivos que impiden que la hermana del Rey Felipe y el exbalonmanista den el gran paso.

El Rey Juan Carlos fue una de las personas que se encargó de aconsejar y llevar las riendas de dichos acuerdos que su hija y su exyerno debieron firmar, eso sí, siempre hubo un solo objetivo: mantener a Iñaki Urdangarin contento y evitar cualquier contratiempo, como por ejemplo, que se filtre información indebida de la Familia Real en los medios de comunicación.

Por esta razón, cuando fueron publicadas las imágenes del excuñado del Rey Felipe llorando en su vehículo se encendieron las alarmas, incluso, Cristina de Borbón tuvo que ser más condescendiente que nunca y mantener la templanza. En este sentido, se vio obligada a dejar de lado cualquier tipo de venganza que haya estado planificando, tal y como lo fue su asistencia a las dos bodas de los sobrinos de su ex en América, y es que un paso en falso podía arruinarlo todo.

Según lo reportado por "Vanitatis" el divorcio entre la cuñada de la Reina Letizia e Iñaki Urdangarin ya está perfectamente encaminado, pero hay un detalle que paraliza todo: la edad de Irene Urdangarin. La nieta de los Reyes Eméritos aún es menor de edad, por lo tanto, si el divorcio se concretara en este momento, inevitablemente, los pormenores de sus acuerdos pasarán por el juzgado y podrían ser filtrados en los medios de comunicación, algo que, claro está, nadie quiere que suceda.

La boda del momento

La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin contrajeron matrimonio el 4 de octubre de 1997 en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona. Los testigos del amor que se profesaban fueron nada más y nada menos que 1500 invitados, entre los que se encontraban más de 40 representantes de casas reales de todo el mundo.