Elena Tablada (42 años) acostumbra a hablar con sus seguidores para despejar su cabeza. El final de su matrimonio con Javier Ungría (42 años), después de 6 años de relación, le ha pesado como nunca en el alma, por eso tomó una decisión que pocos se esperaban.

La diseñadora explicó que se ausentará de las redes sociales para “desconectar del mundo y reconectar” con ella misma. Necesita dejar atrás conductas que por muchos años instaló en su vida diaria y ya era hora de “sentir amor y respeto propio”.

“Me iré a sanar mis heridas y soltar lastres que traigo de estos últimos años ilusorios, digerir nuevas revelaciones que desconocía hasta que el universo y la hermandad entre mujeres valientes me abrieron los ojos sobre aquel capítulo para, por fin, pasar página con la compasión que se merece", escribió en sus historias de Instagram.

Para la empresaria estos últimos siete meses, desde que se separó de Javier Ungría, han sido intensos y solo tiene la “intención” de “volver a florecer”. Ella es consciente de que no vive sus mejores momentos, ya que le ha costado reiniciar tras experimentar ese trago amargo. Un proceso que vivió antes con David Bisbal y que tampoco le fue sencillo reparar.

Para Elena Tablada es complicado el tema de la desestructuración familiar y no quería volver a divorciarse, porque lo asoció con el fracaso. La diseñadora reconoció que el distanciamiento de su segundo matrimonio creció como una ola y las prioridades de ambos ya no eran las mismas. El ego fue una de las principales causas, porque Ungría cada vez más se mostraba con acciones "crueles". Ella hubiese preferido a una tercera persona en la relación.

El segundo duelo de Elena Tablada

A Elena Tablada el dolor se le acuarteló en el corazón. Para ella ha sido como un duelo en etapas. “Pasas por muchas épocas, hasta que consigues estar agradecida”, dijo. También señaló que esa ruptura le dolió más que la de David Bisbal, por lo sorpresiva. “Es lo que me ha tocado vivir, lo único que puedo hacer es resiliencia y salir”. Por lo pronto, no quiere volverse a enamorar de nadie, sino de ella.