Desde que Mario Vargas Llosa (86 años) puso fin a su relación con Isabel Preysler (72 años) no se separa de Patricia Llosa (78 años). Volvió a Perú y no solo por su gran biblioteca si no que es posible una segunda oportunidad con su ex mujer, con la que vivió más de 50 años.

A punto de soplar las velas el próximo 28 de marzo, el Nobel seguirá en su país natal al lado de Patricia Llosa y sus hijos y se ausentará al Congreso de la Lengua en Cádiz, previsto para la semana del 27 al 30. El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, hizo el anuncio ya que se encuentra “en un viaje previsto hace tiempo”.

El escritor vive unos días plenos junto a su familia. Desde que llegó a tierras limeñas el pasado 2 de marzo se ha dedicado a compartir con sus más allegados. El motivo del viaje tuvo en su agenda la boda de su nieta Josefina Vargas Llosa, una fiesta que duró tres días. Luego regresó a la casa de su ex mujer, Patricia Llosa, en el barrio costero de Barranco.

El pasado 8 de marzo fue condecorado por la presidenta Dina Boluarte con el collar de la Orden del Sol donde brilló con Patricia Llosa nuevamente y este domingo pasado celebraron con un almuerzo al aire libre el cumpleaños número 57 de su hijo Álvaro Vargas Llosa que se encarga de publicar en Twitter cada uno de los movimientos en común de sus padres. En los comentarios de los seguidores se pudo leer: “Patricia, una mujer peruana digna, resiliente, fuerte, pero, qué madre tan extraordinaria tienes, ella es la calma, el reposo, la dicha del escribidor. Ojalá permanezcan siempre juntos”.

Otra condecoración para Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa pisó Perú y desde su llegada no ha parado de recibir buenos tratos. Este lunes fue condecorado con la medalla de Orden de Mérito en el Grado de Gran Cruz en el Teatro Municipal de Lima. En su discurso, ante la crisis política que atraviesa su país, señaló: “¡Qué ironía que algunos de los gobiernos de esos países crean que deben hoy dar lecciones al Perú! Y, lo que es peor, pretendan destruir nuestra democracia para alinear a nuestro país con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, o con los gobiernos demagógicos y populistas de México, Colombia, Argentina o Bolivia. No, las ideas y los modelos en los que el Perú debe inspirarse son aquellos que han llevado a países con mucho menos recursos que los nuestros a situarse entre los lugares más modernos y prósperos del planeta”.