Belén Esteban (49 años) y Miguel Marcos (35 años) fueron invitados a la boda de Raúl Prieto y Joaquín Torres, quienes contrajeron nupcias el pasado 19 de mayo. La pareja correspondió a cabalidad con el deseo de uno de los novios de que todos los asistentes la pasaran fenomenal.

La colaboradora y su marido combinaron sus atuendos con un color azul que llamó la atención para la prefiesta antes de las nupcias. Ninguno quiso perderse de esta fiesta, ya que Raúl Prieto significa mucho para ella. De hecho, le dedicó unas palabras muy especiales, ya que el director de “Sálvame” es una persona muy especial para ella: es el padrino de su boda con Miguel Marcos y se emocionó por completo cuando la entrevistaron.

“Vengo a la boda de dos personas que quiero con locura, que han estado conmigo 100%, toda mi vida. Los quiero mucho a los dos, han sido parte muy importante en nuestra familia”, señaló la de Paracuellos.

Muchas emociones

Lo primero que hizo la colaboradora de “Sálvame” fue agradecerles a los novios y a sus familias. El mensaje que les dejó en el mejor día de sus vidas lo hizo cargado de sentimientos y directo al corazón: “Para mí, no ha sido la boda de un amigo, sino la de un hermano”, señaló.

Belén Esteban señaló que no se quitará la chapa que llevaba en la solapa y que le dieron en la boda, porque no se desprenderá de ella en toda la semana. Estaba muy feliz de sentarse al lado de su amigo Raúl Prieto en la “mesa presidencial”, algo que la hizo sentir “la mujer más feliz del mundo”. “Sé lo que soy en tu vida para ti y para Joaquín, sé lo que soy en la vuestra, mi familia y yo”, dijo.

En su cuenta de Instagram, Belén Esteban también posteó una foto que le encantó tras la prefiesta de la boda. En ella aparece acompañada de Terelu Campos y de los novios en un paseo por el Gualdaquivir mientras disfrutan de champaña y caviar . “Me encanta esta foto”, escribió.

La boda

Para la boda, Belén Esteban escogió un vestido de Sergi Regal en tul rosa, con escote corazón y un chal de plumas. Contó que la prefiesta estuvo de maravilla: "Ayer estuvimos hasta tarde y encima canté, perdonadme porque ayer se me fue un poco la voz", y añadió antes del “sí, quiero” de sus amigos: “Voy a pasármelo bien, cuando acabe la ceremonia me pondré mis playeras, pero voy a bailar todo".