Antonio Gala
El Rey Felipe y Letizia se despidieron de Antonio Gala, el autor de “La pasión turca”
No se hicieron esperar.La media sonrisa de Antonio Gala se fue con el viento primaveral. El poeta y novelista falleció este domingo en el hospital Reina Sofía de Córdoba a los 92 años. Una triste noticia que enlutece al país, pues se ha marchado uno de los grandes escritores y una de las mentes más privilegiadas de esta tierra.
Muchas celebridades y personajes de la cultura y del espectáculo se han volcado a las redes para expresar su afecto por el escritor. Desde la cuenta de Twitter de la Casa Real, publicaron una imagen del Rey Felipe (55 años) para despedirse de Antonio Gala.
La Casa Real envía un mensaje afectuoso por el fallecimiento de Antonio Gala
Y es que el mundo de las letras y la cultura lamenta el fallecimiento de Antonio Gala. Las muestras de afecto no se detienen para brindar un merecido homenaje a uno de los grandes poetas y dramaturgos de este tiempo, hijo predilecto de Andalucía y un genio de talento admirable.
Una de las primeras en escribir fue Julia Otero, quien señaló que el autor de “La pasión turca” era un gigante de la escritura y la conversación. Pedro Sánchez lamentó esta pérdida y señaló que “Antonio Gala supo capturar la sensibilidad humana a través de su narrativa, su poesía y su teatro”, y desde la cuenta de Casa Real publicaron una fotografía del escritor junto al Rey Felipe y la Reina Letizia: “Nuestro recuerdo a Antonio Gala. La condición humana hecha poesía y la sensibilidad hecha palabra”.

El periodista Jordi Évole también escribió en Twitter: “Viva Antonio Gala, una de las personas más divertidas, provocadoras e inteligentes que he conocido”.
La capilla ardiente para quienes quieran despedirse del escritor se instalará en el salón de actos de la fundación Antonio Gala en Córdoba desde las 10 hasta las 17 horas del lunes.

Campo de batalla
Fue en el año 2015 que Antonio Gala hizo público que se encontraba libre de un cáncer de colon que le habían diagnosticado cuatro años antes. Aunque él era muy dado a cuidar de su vida privada e intimidad, sintió que debía sacarse un peso de encima cuando terminó el tratamiento. Antes había llamado a este cáncer y a su situación como “una guerra” en la que él es “el campo de batalla”.