La prensa rosa disfruta con cada una de las polémicas que se originan en la Casa Real. Y como quien diría de tal palo tal astilla, el Rey Felipe (55 años) también tuvo una hoja de vida amorosa antes de contraer nupcias con la Reina Letizia (50 años). Al igual que su padre, cumplió con una faceta de conquistador, pues ya era sabido que el Rey Juan Carlos era un enamoradizo loco de atar.

El Monarca actual tuvo varias aventuras amorosas que la Casa Real ocultó bajo el nombre de “acompañantes” o “amistades”. De hecho, tuvo que intervenir para que la prensa del corazón no filtrara algunas imágenes con Gigi Howard, una modelo americana que conquistó al Rey Felipe, tal como lo recordó Pilar Eyre en su artículo para la revista “Lecturas”.

La periodista señala que el soberano le había dado rienda suelta a su corazón y su madre no lo permitió. La Reina Sofía no quería que repitiera las actuaciones de su padre. Por eso lo envió a estudiar a Georgetown, pero el exilio fue preocupante para ella, porque el joven príncipe había conocido a la modelo que Pilar Eyre describe así: “de belleza espectacular, de medidas perfectas, voluptuosas de larga melena hasta la cintura”. Además, indicó que al Rey Felipe le encantaba.

Todo quedó en el cajón del Rey Felipe

El Rey Felipe conoció a Gigi gracias a su primo, Pablo de Grecia, y su novia, para ese momento, Marie Chantal. Una vez que se conocieron, él quedó prendado con la americana. La revista Point de Vue calificó la relación como “el amor loco de Felipe”. De hecho, de este lado del planeta todos miraban para otro lado y no se hablaba nada al respecto: lo dejaron disfrutar de su romance hasta que se escapó a la isla de Sants Martin con la modelo y fueron captados por la lente de los paparazzi en unas imágenes subidas de tono.

Esto le habría costado mucho dinero a la Casa Real, ya que estaban dispuestos a detener cualquier clase de rumor que comprometiera al Rey Felipe. Pilar Eyre sostuvo que desde Zarzuela hicieron lo posible para desaparecer esas instantáneas y lo lograron. “Estamentos oficiales llamaron a los directores de las revistas para reprenderles e indicarles que no se iba a tolerar ni una indiscreción más sobre el príncipe”, y resultó que: “Las fotos más fuertes se guardaron en un cajón”.

De hecho, un periodista recibió un "escarmiento" por haber realizado escuchas telefónicas ilegales a la modelo, "un delito federal gravísimo", y estuvo un año en detenido "sin que Zarzuela hiciera la más mínima gestión para atenuar su condena".