María Jiménez sabía de sobra lo que Rocío Jurado e Isabel Pantoja escondieron bajo siete llaves

En el marco de la triste partida física de María Jiménez, que data de la madrugada del 7 de septiembre en el Hospital Quirón Infanta Luisa del barrio sevillano de Triana, diversos portales digitales han tirado de la hemeroteca para ahondar en los entresijos más desconocidos de la bailaora flamenca.

A raíz de esto, te contamos que se rememoró una entrevista en exclusiva de la cantante sevillana cedida al impulsor de la copla andaluza, Lauren Postigo, con quien opinó sin pelos en la lengua de sus dos grandes "rivales" en el panorama musical: Rocío Jurado e Isabel Pantoja (67 años).

El día en que María Jiménez se deshizo en elogios para con Rocío Jurado y no así con Isabel Pantoja

Corría el año 1978 cuando la intérprete de "Se acabó" visitó los estudios de Televisión Española y charló animadamente con el crítico musical en directo para "Cantares", el plató en el que la copla siempre tuvo un lugar privilegiado. Lo cierto es que la actriz sabía que la competencia con sus colegas, en alusión a "La Más Grande" y la tonadillera sevillana, era máxima.

Dejando caer que sentía una auténtica devoción por la madre de Rocío Carrasco, la andaluza no dudó en comparar a "La Chipionera" con una de las actrices estadounidenses más inolvidables de Hollywood. "Mi ídolo de siempre ha sido Rocío Jurado. Para mí, pienso que es la Liza Minnelli de aquí", apostilló encantada.

Finalmente, Lauren Postigo decidió consultarle a María Jiménez en torno a su otra gran competencia folclórica, Isabel Pantoja, quien no tuvo la misma suerte que Rocío Jurado a la hora de hacerle una detallada devolución. Cabe resaltar que, en aquella época, la viuda de Paquirri tenía 22 años.

No me desagrada. No me molesta al oído, pero pienso que todavía no ha encontrado su personalidad. No ha encajado en su personaje.

Dos vidas casi paralelas

Si bien con el tiempo ambas artistas llegaron a forjar una amistad, podemos remarcar que tanto "La Pipa" como la madre de Kiko Rivera han llevado sus vidas privadas casi en paralelo. Las dos perdieron un ser muy querido a temprana edad, la primera a su hija y la segunda a su marido, no tuvieron demasiada suerte en el amor y se entregaron por completo a sus carreras artísticas.