Diego El Cigala habla por primera vez sobre la pasión que lo motiva día a día

Pronunciar el nombre de “El Cigala” es sinónimo de canción y culto. Uno de los guardianes del canto tradicional folklórico de estas tierras y un sensible apasionado por el arte y la declamación.

El compositor ha brindado una brillante entrevista al medio “El Español”, donde reflexiona junto a la periodista Lorena Maldonado, sobre lo que piensa y siente sobre el arte que le dio razón a su existir.

Sus palabras son un reflejo de tradición y amor por un ritmo musical que se lleva en las venas. “El Cigala” siente la esencia del flamenco desde que se levanta temprano a la mañana. Siente que es un arte de dolor, de angustia y que así debe cantarse:

Hay que pasar fatigas para cantar así, porque el flamenco es un lamento, no es una alegría como dice la gente.

El cantante está viviendo un momento muy interesante a nivel personal. Su nuevo romance ha venido a despertar en él un sentimiento olvidado con el tiempo. Desde que falleció su esposa no se había sentido nuevamente enamorado. Sin embargo, hoy por hoy está totalmente reconciliado con el amor:

Me siento amado, querido, desbordado. Que te cuiden es maravilloso.

Risueño y con el humor que lo caracteriza, “El Cigala” ha comparado al amor con un salchichón, afirmando que es mucho mejor que ese delicioso bocadillo. Su nueva pareja, de origen colombiado, le ha devuelto la sonrisa y eso también se refleja en sus pensamientos sobre la esencia artística.

Ser flamenco es ser muy intenso y también muy tranquilo, al mismo tiempo. Si no, no sería flamenco: hay que tener esa enjundia, esa magia que te absorbe y también esa libertad para tener tus espacios de tranquilidad para poder crear y estar.

Lo dice un maestro con sus años de experiencia. El canto que aprendió a entonar tiene las mismas dosis de estudio y dedicación, como así también de práctica y escenario. La calle ha sido su mejor maestra, dijo “El Cigala” y seguramente así lo sea.