UNA HERENCIA QUE SE MANTIENE

El secreto de los hijos de Karlos Arguiñano para crecer en su imponente negocio

El cocinero más popular de España trabaja duro con toda su familia.
lunes, 11 de octubre de 2021 · 04:45

Además de ser poseedor de una sonrisa que conquista y un carisma que traspasa las pantallas de televisión, Karlos Arguiñano también ha creado un imperio de cocinas que por suerte para él es manejado por su tropa de hijos y familia que están encantados con el equipo que han formado.

Karlos Arguiñano confesó que cuando inició sus presentaciones en televisión tenía un solo miedo que lo invadía, era no saber si iba a terminar de hacer temporada con una receta distinta en cada encuentro, pero lo cierto es que el mes pasado ha cumplido 33 años desde que lo vemos en las pantallas de televisión y demostró que existen una infinidad de combinaciones que pueden ser más simples gracias a sus explicaciones.

La realidad es que más allá de la carrera en los medios que ha tenido el cocinero, su principal fuente de ingresos son los múltiples negocios que ha fundado con toda su familia y en la que trabajan sobre todo, sus hijos. Tiene siete descendientes que portan orgullosos su apellido, Eneko, María, Zigor, Charly, Martín, Joseba y Amaia.

Los siete hijos de Karlos Arguiñano junto a la cocina.

El único de los hijos de Karlos Arguiñano que está involucrado pero no de lleno en el negocio familiar es Charly, él prefiere un poco más el cine. Luego Amaia gestiona y trabaja en la Bodega K5 del cocinero. Los otros cinco hijos se encargan de las tres empresas más importantes del chef, el Hotel Ka, su restaurante y la Escuela Aiala.

La realidad es que hay muchos frentes en estas empresas para hacerse cargo y ni aunque trabajara toda la familia de Karlos Arguiñano darían abasto, de hecho, el ritmo de los fogones es el más complicado, según los números reciben 24 reservas fijas al día en los 365 días del año en el Hotel Ka, además de atender la escuela culinaria que lleva varios años formando jóvenes profesionales.

El trabajo y las empresas de Karlos Arguiñano solo funcionan gracias a la labor en equipo de todos los hermanos, el imperio que formó el chef fue muy de a poco, cosechando las siembras a muy largo plazo pero constantemente disfrutando de los frutos que hoy ve renacer y llevar dentro de cada uno de sus hijos.