La realidad insoportable que viviría Victoria Federica bajo el ala de la Infanta Elena

Los rumores de que Victoria Federica estaría iniciando una nueva vida junto a su novio Jorge Bárcenas, revolucionaron a toda la familia real ¿cómo puede ser que una jovencita de 21 años, miembro de la realeza, comparta piso con su novio? El Rey Felipe siempre le advirtió a la Infanta Elena que dejaba mucha rienda suelta a sus hijos.

“Viva la vida” revelaba que Victoria Federica se habría mudado de la casa de su madre para vivir en el mismo piso que su novio. Varios vecinos han confirmado esta noticia, alegando que ambos gozaban de la más absoluta privacidad. No nos resultaba algo fuera de lo común ya que miles de jovenes deciden dar ese paso con sus parejas.

Ellos ya habían viajado juntos en el verano  con motivo del trabajo de “Barce” como le dicen sus amigos. “Vic” fue vista al lado derecho del Dj en cientos de fiestas, la dupla perfecta ya que la vida nocturna es de los pasatiempos favoritos de nuestra querida “Mia Thermopolis versión España”.

Finalmente,  llegó la hora de pronunciarse y ya que la Infanta Elena se quedó callada ante estas habladurías, tuvo que ser un informante el encargado de tomar la posta. Según el medio La Razón la convivencia entre los novios no es absoluta sino parcial, por ahora.

¡Que dentro de un tiempo se vayan a vivir juntos, puede ser! Por ahora Vic vive con su madre y hay veces que duerme en casa de su padre.

Asegura esta persona de identidad aún desconocida. Lo cierto es que Victoria Federica no vive con su novio, pero si con su madre. De todos modos, este primer paso fue dado, con lo que la convivencia podría llegar a ser un trámite más en su relación.

Hace pocas semanas Victoria Federica cumplía los 21 años, una flor de la juventud. Su vida cambio por completo desde que se le abrieron las puertas a mas libertades a partir de sus 18 años. Es libre, rebelde y siempre se ha mostrado más reacia al mundo de la realeza que sus otros parientes. Se mueve muchísimo más cómoda en el mundo común y corriente. Todavía los protocolos trazan límites a esta rebelde joven.