EL PRINCIPIO DEL FIN

A 24 años de la problemática unión de Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina

Los ex Duques de Palma empezaban su relación y también sus negocios paralelos.
lunes, 4 de octubre de 2021 · 11:54

Barcelona, 4 de octubre de 1997. Ese fue el día en que Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina dieron el “Sí, acepto” frente al altar, toda la familia real y miles de espectadores y periodistas que querían ser testigos de este enlace.

A 24 años de ese día, podemos decir que ha pasado un gran abismo. Por empezar la Infanta Cristina ya no es más la Duquesa de Palma, ni ella ni su querido esposo. La causa de corrupción apodada como “Nóos” fue determinante para excluir a este celebre matrimonio de las nuevas normas de la monarquía by Felipe de Borbón.

El romance inició en 1996, cuando el jugador de balonmano participo de los juegos olímpicos la Infanta Cristina lo vio. Quedó hipnotizada con sus ojos azules. Rápidamente él dejó a su novia de toda la vida para estar con la hija del Rey. Al año siguiente dieron el “Sí” ante toda una multitud.

Ese día acudieron la Infanta Margarita, del brazo de su esposo Carlos Zurita, vestida de un rojo flamante. Otra de las invitadas fue la duquesa de Badajoz, quien emprendió la marcha acompañada de su hijo Juan Gómez-Acebo y de Borbón, vizconde de la Torre.

Cristina de Borbón llevaba un diseño exclusivo de Lorenzo Caprile y una diadema floral perteneciente a su madre, cuyo origen alberga varias suposiciones. La televisión española transmitió en directo el enlace. Fue allí donde la periodista Carmen Enríquez describió a la diadema que usaba la Infanta como “una diadema que pertenece a la reina doña Sofía, es una diadema rusa del siglo XIX en oro y plata con diamantes, talla brillante, con motivos florales y vegetales. La flor central está adaptada para broche”.

Pero sus pendientes también contenían historia. La hija del Rey Juan Carlos llevaba unas piezas que habían pertenecido a la Reina Victoria Eugenia, su bisabuela, quien a su vez los recibió como obsequio de bodas de su querido esposo, el Rey Alfonso XIII en 1906.

Hoy es una jornada de celebraciones. Iñaki pasará este día con su querida esposa, pero no puede impedir que la prensa y el cotilleo no estén tras él. Su presencia ha sido fundamental para entender los nuevos manejos de la monarquía o, mejor dicho, como no deben ser. Ellos están muy alejados de la realeza en la esfera social, pero bien que en materia económica están bien sostenidos. Lo importante nunca se desliga.