Entre la Infanta Elena y Luis Astolfi creció un amor que no pudo pasar de la amistad

La Infanta Elena y Luis Astolfi mantienen un lazo irrompible hasta el día de hoy. De hecho, se los puede ver disfrutar juntos de eventos y salidas constantes con el grupo exclusivo y cerrado de la hípica, aunque en más de una ocasión han sido fotografiados solos. Recientemente, se han encontrado en el club Pineda de Sevilla, donde se ha festejado el triunfo del equipo de la hermana del Rey Felipe en el campeonato de España de salto para veteranos.

La Infanta Elena ha marcado un antes y un después en la historia de la Monarquía española, pues ha sido la primera integrante de la Familia Real que ha decidido divorciarse legalmente. La primera hija de Juan Carlos contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada el 18 de marzo de 1995 en el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla. Fruto de su amor, tuvieron a sus dos hijos: Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón y Victoria Federica de Marichalar y Borbón.

12 años después del enlace de la primogénita de la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos, la Casa Real anunció en noviembre del 2007 el “cese temporal de su convivencia matrimonial” pero, finalmente, el 25 de noviembre de 2009 los letrados de ambas partes anunciaron a través de un comunicado el divorcio. Si bien, la relación de la Infanta Elena con el hijo de los Condes de Ripalda ha sido la que ha cobrado trascendencia pública, no habría sido la única en su historial amoroso.

Diferentes medios de comunicación confirmaban en la década de los 80 que la cuñada de la Reina Letizia era la flamante novia de Luis Astolfi, puesto que los paparazis captaban las imágenes de ellos juntos de un lado al otro, principalmente, en todos los eventos que corresponden al mundo de la hípica donde los dos siempre se han destacado con honores y donde los integrantes de este selecto grupo han confirmado en muchas oportunidades que “sí eran novios”.

La Infanta Elena tenía unos veintitantos años y Luis Astolfi ya se encontraba pisando los 30. Según cuentan la relación iba viento en popa, pero el jinete habría decidido dar marcha atrás por la responsabilidad que implica formar parte de la Familia Real de España, al parecer, no estaba dispuesto a correr tal riesgo, particularmente, porque su carrera como jinete iba en alza y no quería perderse la oportunidad de triunfar en su futuro deportivo.

Habrían estado juntos poco más de tres años, pero la clandestinidad y la falta de compromiso habrían hecho que tomen caminos distintos, pero no tan alejados, ya que hasta el día de hoy ambos presumen de una envidiable y leal amistad, o, eso es lo que parece ante la mirada pública. ¿Acaso tendrán algo más?