No se lo perdonarían
El imperdonable error de Julio Iglesias que perjudicó a Isabel Preysler y a Miranda Rijnsburger
El músico tiene una faceta oscura que ocasionó dolores irremediables.
De Julio Iglesias se puede decir mucho, en especial sobre su trayectoria profesional, pues se trata de uno de los cantantes españoles más seguidos de todos los tiempos. En su poder tiene hasta un Disco de Diamante que recibió por el Libro Guinness de récords mundiales por tener más discos vendidos en diferentes idiomas que otro músico, Sin embargo, su vida personal no fue de la mano con su carrera artística, en especial por los hijos que tuvo con Isabel Preysler y Miranda Rijnsburger.
El intérprete de "Niña a mujer" tuvo con Isabel Preysler tres herederos: Chábeli Iglesias, Julio José Jr., y Enrique Iglesias. Por otro lado, fruto de su segundo matrimonio con Miranda Rijnsburger nacieron: Miguel Alejandro, Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo. Fuentes cercanas a la familia de Julio Iglesias aseguran que los ocho hermanos llevan una maravillosa relación que es ajena a los periodistas.
Sin embargo, la fantástica unión familiar no contaría con el exjugador de fútbol, ya que él mismo confirmó en una de sus tantas entrevistas que "no es un padre ejemplar". Al igual que muchos profesionales de la industria musical su carrera le costó el distanciamiento con sus propios herederos y las interminables giras internacionales acabaron pasándole factura.
Un buen padre es el que madruga para llevar a los niños al colegio y yo admito que nunca he hecho eso. No soy un padre abnegado, soy controlador, consciente y sobre todo responsable.
Claro está que las más afectadas de toda esta situación fueron Isabel Preysler y Miranda Rijnsburger quienes tuvieron que encargarse de sus hijos en completa soledad. De hecho, la propia madre de Tamara Falcó confirmó en un reportaje que "además de las supuestas deslealtades de Julio Iglesias, lo que más le afectaba era no contar con su presencia y ayuda en la cotidianidad".
La modelo holandesa, por otra parte, nunca manifestó su descontento, pero de acuerdo a las postales familiares que sus propios descendientes comparten es evidente que Julio Iglesias prefiere vivir momentos en soledad, ensimismado y refugiado en su propio interior, un patrón que se repite bastante entre los artistas de diferentes ramas.
