Dejaron todo atrás

El día que Carmen Sevilla se fugó con Pedro Infante sin medir las consecuencias

Los actores protagonizaron una película que marcó sus vidas.
miércoles, 28 de abril de 2021 · 03:00

Corría el año de 1953 cuando se estrenaba la película mexicana “Gitana tenías que ser”, protagonizada por los actores Pedro Infante, Carmen Sevilla y Estrellita Castro, cuya historia habla de una española que llega a México y se roba el corazón de un mariachi, pasando por desencuentros entre ambos, que los llevan a desarrollar una historia de amor que, después de todo, no sería del todo ficción. 

Y es que Pedro Infante y Carmen Sevilla no solo serían parte de un romance en la producción, sino también fuera de cámara, algo impensable para el resto del equipo de trabajo, cuando un día ambos actores no llegaron a la hora pautada para continuar la grabación. 

Más tarde se supo que el actor mexicano habría convencido a la joven estrella proveniente de España a escaparse juntos, sin importar los compromisos con la producción de “Gitana tenías que ser”, llegando a uno de los destinos favoritos de Infante, Mérida, en el Estado de Yucatán. 

Pero los artistas no solo dejaron atrás sus responsabilidades con la grabación de aquella película, sino que, como parte de su pacto de amor, visitaron a un gran amigo joyero de Pedro, encargándole el hacerles sus dos famosas esclavas de oro, con las que le gritaban al mundo los intensos sentimientos que tendrían uno por el otro

Incluso, hay una anécdota mucho más memorable, ya que Carmen Sevilla, al demostrarle a Pedro que le había gustado mucho la virgen de Izamal cuando visitaron la ciudad del mismo nombre, el famoso actor no dudó en mandar a elaborar una corona de oro y diamantes para dicha virgen, la cual aún hoy se puede ver que permanece junto a la imagen religiosa. El Papa Juan Pablo Segundo bendijo esta joya en el año de 1993, como agregado a su viaje al Estado de Yucatán durante una de sus giras. 

Después, los famosos regresaron al set de grabación, para continuar con su trabajo en la exitosa película, en donde, casualmente, el personaje de Pedro Infante, llamado Pablo, se enamora perdidamente de quien encarnaba Carmen Sevilla, con el nombre de Pastora de los Reyes.