El drástico giro que podría dar "Pasapalabra" ante las recientes críticas

"Pasapalabra" vive entre los laureles del éxito. Luego de regresar a la pantalla de Antena 3 con el querido presentador Roberto Leal, el ciclo de preguntas y respuestas se encuentra entre los ciclos más vistos de la televisión.

En poco más de dos décadas de duración, "Pasapalabra" nos ha dado momentos inolvidables, participantes que aún viven en nuestra memoria y mucho dinero repartido. Sin embargo, hay una polémica que no cesa desde sus primeras emisiones.

Uno de los grandes debates alrededor del programa de conocimientos es el rosco y la dificultad de este. Sus más acérrimos seguidores han cuestionado en más de una oportunidad la asignación que hay y mucho ha rondado la palabra "favoritismo". Cuanto más populares y ganadores sean los participantes, mayor sería la ventaja que estos percibirían.

En la actualidad, este entuerto reapareció gracias a la ya histórica participación de Pablo Díaz, el músico que lleva más de 200 programas como concursante. Hay un gran conflicto entre los seguidores de "Pasapalabra" porque hay quienes dicen que le ponen una temática difícil con el fin de que siga en el programa y no se haga con el bote, pero otros aseveran que sus roscos suelen tener ayuda de la producción.

Fastidia cuando te acusan de falta de objetividad, porque nosotros sabemos que hemos hecho bien nuestro trabajo al aclarar cómo los repartimos y no volver a tocarlos nunca más desde el arranque de cada entrega.

Años atrás, responsables de la producción del ciclo televisivo que salía por ese entonces en Telecinco hablaron sobre este rumor, el cual existe desde que existe "Pasapalabra", respondiendo que los sobres con las preguntas quedaban en manos del presentador en la mesa. En la actualidad, esto no sería así y por eso vuelven a despertarse ciertas susceptibilidades. Aunque el panorama actual parece distar de lo que sucedía cuando Christian Gálvez era el presentador, ahora lo que se plantea es que sería oportuno disipar las habladurías dejando las cosas claras.