UNA CRUZ WUE CARGÓ PARA SIEMPRE
El daño irreparable que Rocío Jurado jamás pudo perdonarle a uno de sus grandes amores
La cantante española estaba convencida de que aquella situación era irremediable.El primer matrimonio de Rocío Jurado estuvo marcado por un aspecto que ya para la coplera era totalmente inevitable a esa altura de su vida: la fama. La popularidad de "La más grande" se combinaba con la del boxeador Pedro Carrasco, quien fue una de las figuras más prominentes de este deporte.
Los rumores de infidelidad rodearon este matrimonio por meses y los muchos compromisos de ambos acabaron por dar fin a la unión en 1989. De acuerdo a varios testimonios, la cantante de Chipiona estaba cansada de que las cosas no marcharan bien, pues su relación con el boxeador arrastraba una crisis y las largas y discontinuas charlas con su marido mostraban, cada vez más, las diferencias entre ellos.
Es verdad: Pedro y yo nos hemos separado. Pero no sé qué hacer. ¡Ay!
Pero Rocío era toda una sentimental, una mujer apasionada que deslumbraba en tarima gracias a sus sentimientos. Según un reporte del periodista Javier Alonso, cuando fue a su casa de la Moraleja para leerle la entrevista con la que dar la noticia de la ruptura con Pedro Carrasco, se puso a llorar. El escritor la describe como una "magdalena", arropada por un sentimiento que no podía ocultar.
La madre de Rocío Carrasco no comprendía cómo se le había roto el amor; y desde este momento los comentarios de los medios se centraron en la ruptura de la artista. Incluso años más tarde le confesó que hasta bien entrada la madrugada estuvo a punto de llamarlo para que retirara la exclusiva porque le daba muchísima pena.
“Era una persona que sabía escuchar y que dabas por seguro que iba a hacer todo lo posible por hacerte las cosas fáciles; ahora, eso sí, como la enfadaras, aquello podía ser terrible, porque Rocío era incapaz de fingir. Era espontánea, primitiva y salvaje, y la discusión podía terminar con una certera patada en la espinilla si tenía la confianza suficiente con el contrincante”, cuenta Javier Alonso en una reseña que describe a "La más grande" desde sus más escondidas debilidades.