No lo imaginaba
La herencia familiar a la que Joan Manuel Serrat jamás se atrevió a renunciar
El cantante español confesó el papel de sus parientes en su vida personal.
Joan Manuel Serrat ha sido una de la personalidades más destacadas de la música de España, y siempre ha sabido mantener su arte de manera impecable, siendo un ejemplo para muchos artistas jóvenes. Muestra de ello ha sido su larga carrera y las intervenciones que comprueban que por su sangre corre música.
Serrat es de los artistas que se han mantenido en la impronta musical a pesar del tiempo, pues así lo reafirma cada vez que acude a los micrófonos o a entrevistas. En varias intervenciones, el intérprete español ha hablado de sus inicios en la música, pero en pocas ocasiones nos hemos encontrado con esa primera etapa de su vida que despierta gran interés.
En unas declaraciones a las que hace referencia un artículo digital de "La Jornada", Joan Manuel Serrat se refiere al importante papel que jugó en sus inicios su familia y cómo parece que este vínculo lo empujó a crear sus más esperadas nuevas melodías. Toda una herencia musical, que aunque no imaginó siempre lo ha acompañado y a la que nunca podría renunciar.
El padre de Candela Serrat relató que el apoyo de sus familiares fue fundamental en sus inicios y posteriormente esto lo llevó a tener presente muchos momentos de entusiasmo: “Siempre pasaba algo que te hacía despertar de aquel entusiasmo, pero de alguna manera te hacía crecer. Cantar en el franquismo, crear, inventar, escribir o pintar era siempre cargando la losa terrible de la censura. Tú mismo te convertías en un personaje vigilado, perseguido y acosado".
Serrat recuerda en su etapa de niño, que en su casa reinaba la música como una forma de aliviar las penas; sin imaginar convertirse en un gran artista, ya el legado musical estaba presente en su día a día. "Desde niño me gustaba cantar, cantar por cantar, porque me hacía feliz", confesó.
Seguramente me llegó la afición porque también mi familia espantaba los males cantando
Es así como Serrat ha recordado su infancia como uno de los bastiones para su carrera artística, aunque confiesa que en sus inicios comenzó a escribir sin ningún tipo de expectativas, lo que lo llevó a sorprenderse en muchas ocasiones y dar el siguiente paso a lo que se convertiría en una vocación.
