UNA MOCHILA QUE PESABA

El motivo por el que Cheíto, el hijo de Camarón de la Isla, desistió de su gran sueño

El heredero del reconocido cantaor flamenco se abrió en canal para hablar de un momento difícil que atravesó en su vida.
viernes, 2 de julio de 2021 · 04:15

En la época en la que Cheíto comenzó a dar sus primeros pasos en el arte de cantar flamenco, su padre, Camarón de la Isla ya no estaba entre nosotros. José Monje Junior es el más pequeño de cuatro hijos y con quien el artista no pudo compartir mucho tiempo, ya que Cheíto nació en 1991 y Camarón falleció en 1992. En su memoria solo quedan algunos vagos recuerdos de lo que vivió con su padre.

La madre de José Monje Junior, Dolores Montoya, revela que su niño amaba la música desde muy pequeño, pues a los 3 años de edad ya lo oía cantar flamenco, en algunas ocasiones en compañía del hijo de Rancapino, pero la mayoría de las veces lo hacía solo. Sin embargo, nadie comprendió por qué Cheíto a sus nueve años dejó de cantar, sin dar una explicación. 

Cuando la prensa le preguntó al heredero de Camarón de la Isla qué es lo que había sucedido, solo procuró quitarle drama a la situación asegurando que “De buenas a primeras pasó, yo me callé, ya no volví a echar la voz”.  

Yo cantaba flamenco y no volví a cantar. No sé, me callé. No por temor. Un rollo chungo que me daría en la cabeza de chico. 

Por su parte, La Chispa, como le dicen a su madre, aseguró que en ese tiempo su hijo se sintió tan agobiado por la atención que le puso la gente que de un día para otro decidió callarse. “Se traumatizó y ya no quiso cantar más”, reveló en su momento Montoya. Sin embargo, en 2018, el hijo del cantaor de etnia gitana volvió a interesarse por el mundo de la música y a poner en marcha su carrera artística. 

El artista confesó que para que pudiera volver al ruedo necesitó de algunas personas que le subieran la moral. Unas palabras que compartía justo días antes de que se cumplieran 26 años del fallecimiento de su padre, Camarón de la Isla

A pesar de que en su entorno cercano y la mayoría de los españoles lo conocen por Cheíto, en el ambiente de la música se hace llamar Mancloy, cuyo significado es príncipe en la lengua de los gitanos. Lo curioso es que cuando regresó a hacer lo que más amaba, Cheíto se inclinó por el mundo del rap. Su primera canción, titulada “Dicen de mi” superó las 800 mil reproducciones en YouTube. Luego, en 2020 lanzó una colaboración con Gabrielillo y también fue un éxito en la plataforma.  

En aquella época en la que se animó a regresar a los estudios de grabación, el productor de José Monje Junior estaba seguro de que Cheíto estaba descubriéndose a sí mismo a pasos agigantados. “Tiene un tono grave, no el quejío de su padre; pero lo que tiene siempre estuvo ahí, solo tiene que seguir buscándose y encontrarse; para eso tiene que vencer su timidez”, manifestó Céspedes. 

Además, aseguró que el artista consiguió llamar la atención de muchos raperos de España que apenas escucharon su música le ofrecieron realizar colaboraciones. De hecho, dijo que los cantantes de hip hop estaban ilusionados con la idea de que el hijo de Camarón de la Isla se inclinara hacia su cultura. 

Antes de saltar a la fama Cheíto se formó en 3º de la ESO en los Salesianos de La Línea de la Concepción, lugar donde actualmente vive. Durante algunos años se desempeñó como chapista en un taller de la marca de coches Volkswagen, pero antes de casarse con Curra, quien es su mujer en el presente, retomó la escuela para completar sus estudios.  Cheíto conoció a su esposa el día en que le pidieron la mano a una de sus primas. Seis meses después, la pareja pasó por el altar y actualmente tienen dos hijos, Joselito y Manuela.  

Respecto a lo que significa ser el hijo de una personalidad tan conocida como lo fue Camarón de la Isla, el cantante dijo que siempre fue consciente del gran peso que tiene. “Sé lo que es, lo que conlleva, la mochila que llevo en mis espaldas. Pero mi padre es mi padre; como cualquier hijo con su padre, aunque el mío sea tan llamado, tan conocido por todo el mundo”. En cuanto a las críticas también sabe perfectamente que haga lo que haga siempre estarán: “Lo hagas bien o mal. Por eso hablo de la mochila. Me van a mirar con lupa”. 

Y aunque reconoce que esa mochila le pesó en más de una oportunidad y es algo de lo que le costó salir porque tuvo que acercarse gente a él para subirle el autoestima, Cheíto no quiere que lo comparen con su padre. “Yo no voy a llegar a eso. Él fue lo que fue y saldrá alguien igual dentro de mil años, si es que sale”, aseguró.