La etapa más dura de la vida de Mila Ximénez que no fue capaz de plasmar en sus memorias

Mila Ximénez fue muy sincera sobre varios aspectos de su vida. Ya es conocido como la periodista paso de la pena a la gloria después de su separación del extenista, Manolo Santana. Luego de vivir épocas muy amargas en su biografía, se aventuró a escribir sus propias memorias en 2005 y ahora la revista Lecturas se ha dedicado a publicarlas en varias partes.

Esta semana, se dio a conocer una de las épocas más difíciles que atravesó la presentadora y que no se atrevió a contar con mano propia en ese escrito. Fue la separación que vivió con su hija Alba Santana, cuando decidió darle ese derecho a su expareja porque no atravesaba la mejor situación económica.

En las primeras líneas se puede apreciar, después de muchos años, como a Mila Ximénez la invade la tristeza al recordar la decisión más difícil y trascendental que afrontó para ofrecerle una estabilidad a su primogénita, un sacrificio con mucho amor.

Os puedo jurar que me va a costar mucho, pero he pensado que es un buen momento para hacerlo.

Ese capítulo de las memorias de Mila tuvo que concluirse con ayuda de su editora Raquel Ramírez, aunque ya habían pasado 21 años del nacimiento de Alba Santana, se encontraba en una mejor situación con su heredera además de vivir de forma cómoda y tranquila, pero no pudo evitar al recordar esta etapa, revivir parte de ese sufrimiento.

Reconocer que tuve que tomar la decisión de enviar a mi hija a vivir con su padre sigue haciéndome daño.

De este tema, Mila Ximénez públicamente lo habló muchas veces, las circunstancias que afrontaba en ese momento la llevaron a separarse de la persona que más amaba en su vida. Afortunadamente, logró años después compartir mucho tiempo junto a su hija Alba, quien era su adoración y con la que estuvo hasta el último suspiro de su vida.