NO SIEMPRE ESTÁ TAN SEGURA
Los siete años de tortura y lágrimas a los que se tuvo que enfrentar Pilar Rubio
La colaboradora a veces siente que ya no puede más.
Pilar Rubio tiene una vida maravillosa, nadie podría negarlo, casada con Sergio Ramos y madre de 4 hermosos niños que alegran sus días. Sin embargo, hay muchas cuestiones que pueden apagar sus bellos momentos y ella lo sabe muy bien, a veces la lucha es interna y debe enfrentarse con todas sus fuerzas.
Los que siguen a Pilar Rubio saben muy bien que es frecuente verla participar de los desafíos de "El Hormiguero" y siempre se pone a prueba al extremo de dejar a todos los televidentes de Antena 3 pasmados ante el riesgo que supone y con la adrenalina de no saber si podrá cumplirlos.
Ahora, la colaboradora se ha confesado y explicó que a pesar de que todos la vemos radiante y muy segura ante las cámaras de televisión, no muchas veces siente que esa seguridad la invade y hasta ha llegado a tener noches de insomnio un día anterior preguntándose si va a poder lograr los desafíos o no.
Hace casi 7 años que Pilar Rubio se somete a estas pruebas y en la última temporada la hemos visto aún más extrema y peligrosa que de costumbre. Por ejemplo, recordaremos cuando se subió a una pasarela flotante de más de 20 metros de altura en la que debía ir moviéndose con dos tablas que tenía que pasar para poder seguir.
Me emocionó bastante, me pudo la fuerza y el vértigo pero, aun a lágrima viva, sabía que tenía que seguir adelante.
Aquella vez, se pudo ver a Pilar Rubio muy emocionada y llorando cuando terminó la prueba, por lo visto ella misma sintió toda la presión que implicaba hacer algo como eso, hasta se la vio rendida y a punto de abandonar aunque no lo hizo. No obstante, ella misma explicó que no siempre le gusta que todo sea sufrimiento y a veces cambia un poco los retos.
Por eso mismo es que disfrutó tanto montando el musical de "Nine" en el que hizo homenaje a un musical de Broadway con un gran equipo para interpretar 'Be italian', de Fergie. Con retos de apnea la vimos seguido, el primero fue en 2016, pero en 2019 superó su récord al llegar a los 4 minutos y 8 segundos sin respirar.
